MSF abandona Marruecos por la pasividad de los gobiernos ante el maltrato a subsaharianos

  • Lo hacen, dicen, para denunciar "el clima de violencia criminal e institucional -de las Fuerzas de Seguridad de Marruecos y España- y la extrema precariedad".
  • Asegura que "el problema sigue ahí" después de una década denunciándolo.
  • Han realizado un proceso de relevo con otras organizaciones del país.
Campamento de migrantes en las montañas de Marruecos.
Campamento de migrantes en las montañas de Marruecos.
Anna Surinyach / MSF
Campamento de migrantes en las montañas de Marruecos.

Médicos sin Fronteras (MSF) abandonará sus proyectos en Marruecos en señal de protesta por el aumento de la violencia hacia los migrantes subsaharianos que permanece "atrapados" en el país por el endurecimiento de las políticas migratorias y la pasividad de los gobiernos en la defensa de los Derechos Humanos.

Además, la organización que estaba presente en Marruecos desde 1997, denuncia en su informe Atrapados a las puertas de Europa el "clima de violencia criminal e institucional -por parte de las Fuerzas de Seguridad de Marruecos y España- y la extrema precariedad" en la que viven miles de inmigrantes en bosques y casas abandonadas durante meses e, incluso, uno de cada cuatro inmigrantes entre uno y cinco años.

Médicos sin Fronteras asegura ser testigo del incremento de las redadas policiales y de las expulsiones a Argelia que sufren los detenidos, incluidas mujeres embarazadas y menores que, además, sufren uno de los problemas "más acuciantes", según el informe. Se trata de la violencia sexual y las redes de trata de personas.

En la misma línea, Raquel Ayora, directora de operaciones de MSF, ha constatado "la renovada violencia con la que se repele a los migrantes que intentan saltar la valla de Melilla" tanto por las fuerzas de seguridad marroquíes como españolas.

Muchos de los inmigrantes a los que hace referencia el informe se dirigen a la ciudad de Nador, limítrofe con Melilla, donde esperan, en el bosque de Gurugú, la oportunidad de saltar la valla o subirse a cualquier medio de transporte, marino o terrestre, que les lleve a Europa. Mientras tanto, se dedican a la mendicidad para sobrevivir. "Se quedan atrapados en Marruecos y no hay vuelta atrás, muchos desearían volver a sus países pero no pueden", explica Ayora.

Solo en esa ciudad, Médicos sin Fronteras asistió en 2012 a más de mil personas. "Especialmente desde el mes de abril del pasado año, hemos visto entre otras, fracturas de brazos, piernas, manos, mandíbulas, dientes rotos o conmociones cerebrales. Son heridas que según los migrantes les han provocado las fuerzas de seguridad", ha denunciado el responsable de programas en Marruecos, Sergio Martín. Además, han atendido infecciones y problemas de salud mental.

"Denunciamos estas situaciones y pedimos el fin de la violencia contra los migrantes por parte de las fuerzas de seguridad, además de reclamar mecanismos de protección para ellos", ha insistido Martín, que ha lamentado que "el problema sigue ahí" a pesar de llevar denunciándolo durante una década.

"No somos la solución"

En cuanto a su abandono del país, Martín ha explicado que su objetivo es "recalcar el hecho de que no somos la solución". En ese sentido, Ayora indica que su capacidad "para provocar un cambio sustancial es muy limitado" y los actores políticos "son los que tienen que resolver estos problemas".

Por otro lado, MSF ha ido realizando en el último año un proceso de relevo de sus actividades médicas con otras organizaciones del país, "sin embargo, muchos de los inmigrantes, como son gente ilegal, por miedo a que les detengan o a ser deportados, no se atreven a acercarse a los centros de salud o no denuncian las situaciones de violencia", explican.

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