Victoria pírrica la conseguida el lunes por los vecinos de la calle Españoleto número 3, en la localidad madrileña de Móstoles.

Cerca de 150 vecinos se reunieron por la mañana para evitar que se instalara una antena de móviles que sustituya a la que existe en la actualidad. "Se trata de un logro momentáneo porque seguirán adelante" asegura Ángel García Ferrer, vicepresidente de la mancomunidad de vecinos de la zona.

Los vecinos de Las Nieves, Arlequín y Las Lanzas denuncian la existencia de decenas de casos de cáncer "más de 20 sólo en Españoleto 3", según el vicepresidente de la mancomunidad. Atribuyen los casos a la existencia de la antena actual, que va a ser sustituida por una más pequeña "pero con más radicación", según García Ferrer.

Ellos van a seguir con su movilización, van a recoger firmas  y a presentar una denuncia contra Movistar ante los tribunales. Incluso han remitido un escrito al alcalde de la localidad, Esteban Parro, que vive en la zona, pero aún no han obtenido respuesta.

Según los vecinos, la mayoría de los habitantes de la zona, incluidos los del bloque en cuya terraza se instaló la antena original, están en contra. El problema es su instalación fue aprobada en la junta de vecinos.

La industria lo niega

La polémica respecto a las antenas de móvil viene de largo. La industria de la telefonía siempre ha negado que sean malas para la salud. "Todas las de Móstoles cumplen con la legalidad y no causan problemas", afirma a 20 minutos Carlos Cernuda, de la Asociación Española de Operadores de Telefonía Móvil, que cita un informe encargado hace dos años por el Ayuntamiento de Móstoles.

"Defiendo y respeto las opiniones de los vecinos de Móstoles, pero según los datos de dos instituciones ajenas a los operadores, la OMS y el ministerio de Sanidad, no hay relación entre las antenas y los casos de cáncer", asegura el representante de la industria.

Mientras, los vecinos continuarán protestando y el debate seguirá abierto.