Este martes se cumplen 25 años de la muerte del piloto canadiense Gilles Villeneuve. Recomendamos a los nuevos aficionados de la Fórmula 1 o que, simplemente, no conozcan al padre del también piloto Jacques Villeneuve que vean primero el vídeo que hay sobre estas líneas y que hemos recogido de YouTube.com.

Es quizá una de las escenas más legendarias de las carreras de bólidos. Un duelo rueda con rueda durante tres vueltas en el GP de Francia en 1979. Y eso que luchaban por el segundo puesto. Villeneuve llevaba el monoplaza rojo de Ferrari, el amarillo es el Renault de René Arnouxi.

Pero lamentablemente, el 8 de mayo hay que recordar el aniversario de su muerte en 1982 tras un trágico accidente en el circuito belga de Zolder a más de 200 km/h con un Ferrari durante una sesión clasificatoria.

Villeneuve es para muchos una leyenda, un piloto con un carisma especial y que siempre conducía al límite. En broma, un día dijo: "Dadme un coche de pedales, o un misil o algo que se mueva, y lo llevaré al límite". Pero sólo rodó durante cinco temporadas en el Mundial.

Un vida de éxitos

Empezó siendo campeón de motos de nieve, en Canadá, y llegó a la Fórmula 1 en 1977. Al volante de un Mclaren M23 Ford impresionó a todos en los entrenamientos del GP de Gran Bretaña, donde debutó. En poco tiempo Enzo Ferrari le contrató para sustituir a Niki Lauda. En 1978 venció en el GP de Canadá, ante su público.

El espectáculo estaba asegurado con este piloto. En Mónaco aún recuerdan el adelantamiento a Alan Jones (Williams) a seis vueltas del final. También dejó huella en España, fue imposible que cuatro coches le adelantaran intentándolo contínuamente durante más de 50 vueltas.

La mortal colisión en Bélgica

Cuando faltaban quince minutos para el final de la sesión de clasificación, Gilles era cuarto por detrás de Prost, Arnoux y Didier Pironi, su gran rival y con el que ya había tenido encontronazos y ‘traiciones’ en pista.

No mejoraba sus tiempos con el último juego de neumáticos. En la última vuelta llegó a 225 km/h. a la curva de Terlamenbocht, a izquierdas y en descenso , y no pudo evitar la colisión con el coche March Ford del alemán Jochen Mass, pese a que se apartó para dejarle paso.

El Ferrari de Villeneuve se subió por la rueda trasera izquierda del coche de Mass y el Ferrari voló dando varias vueltas de campana, en una de las cuales salió despedido el piloto canadiense con el asiento atado por los cinturones de seguridad.

Su cuerpo quedó junto a una redes de protección a una veintena de metros de donde estaban los restos de su coche.

25 años después su memoria sigue viva. Su hijo consiguió el título que no conquistó su padre en su corta carrera.

En YouTube.com también hemos encontrado algunos vídeos que le recuerdan. Uno de los más largos (9 minutos) y mejores que hemos encontrado es el que puedes ver bajo estas líneas. Con fotos, imágenes de carreras y el accidente que le costó la vida.