Bahamontes: "¿Me dejan ir al Tour?"

  • En julio se cumple medio siglo de la primera victoria española en la ronda gala, conseguido por Federico Martín Bahamontes.
  • "Es bonito que se acuerden de uno, pero poder contarlo, más...".

El de Alejandro Federico Martín Bahamontes es uno de esos nombres que siempre surgen cuando se enumeran los pioneros que rompieron fronteras con sus éxitos deportivos. El próximo 18 de julio se cumplen 50 años, medio siglo, de su victoria en el Tour de 1959, la primera de un español en una prueba que arranca el sábado en Mónaco.

"Es bonito que se acuerden de uno, pero poder contarlo, más... Muchos ya están fuera de juego" -reflexiona Bahamontes, que el 9 de julio cumplirá 81 años que no aparenta, para 20 minutos desde Toledo-; "si me conservo así es por no haber dejado de trabajar".

Trabajo, sí. Organizando la Vuelta a Toledo. Pero nada de pedaladas. Bahamontes colgó la bici en 1965 para siempre. "No he caído en la trampa. Mi padrino, Evaristo Murtra, me dijo: ‘nunca se perderá tu logro si no vuelves a vestirte de ciclista'. Nadie me iba a ganar subiendo. No volví a montar".

No nos dejaban competir porque yo no era profesional. Aún así salí, hice segundo

¿Cuándo comenzó su idilio por el Tour? "Me ilusioné cuando en una Madrid-Toledo-Madrid llegué tras Julián Berrendero, que era el mejor de la época. Me fui desde casa en bicicleta, con un mono de peto remangado y pedaleando por la noche... ¡Incluso me caí en Getafe por el sueño! Pero no nos dejaban competir porque yo no era profesional. Aún así salí, hice segundo y pensé: ¿Éstos son los que ganan? Ahí me decidí".

Aquel hombre, trabajador en el mercado de frutas y estraperlista ocasional que tenía en la bici su medio de transporte, llegó al profesionalismo en 1953. Un año después fue convocado -entonces se corría por selecciones- para el Tour. "Llamé a mis padres para pedirles permiso; nunca había salido de España".

Entre 1954 y 1964, Bahamontes coronó 53 puertos del Tour en cabeza, venció siete etapas, fue líder de la montaña en seis ocasiones y, además de su triunfo en 1959, subió al podio en dos más: en 1963, cuando fue segundo, y en 1964, año en el que acabo tercero. "Mi vida es el Tour; no pasa ni un día sin que piense en él", señala.

El toledano es crítico con el ciclismo actual: "Los ciclistas no saben apreciar lo que tienen. La gente quiere ver ataques, no una escapada que se deja ir y se coge cerca de meta". ¿Y el pinganillo? -intercomunicador entre ciclista y director- "Que lo quiten".

El gallinero del Astaná

En la Vuelta a España de 1957, Bahamontes acabó segundo, tras Jesús Loroño, su gran rival. "Conservo el telegrama: me dijeron que tenía que dejarle ganar y conformarme con ser segundo y la montaña... Y eso cabrea", dice. Como la veteranía es un grado, el toledano avisó a Alberto Contador sobre Lance Armstrong y Levi Leipheimer para el Tour 2009: "Hay muchos gallos en el Astaná".

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