Los siete pecados capitales del Barça en la antesala del clásico

  • Los azulgrana volvieron a tropezar en Anoeta y está a 6 puntos del liderato.
  • El Real Madrid visita el Camp Nou el sábado en medio de las dudas del Barça.
Los jugadores del Alavés celebrando gol en el Camp Nou.
Los jugadores del Alavés celebrando gol en el Camp Nou.
EFE
Los jugadores del Alavés celebrando gol en el Camp Nou.

Quedan cinco días para el clásico, y el Barça presenta muchos signos demasiado preocupantes. Su empate -y gracias- en Anoeta no es más que una muestra más del mal juego del equipo, que ha arrancado muy mal la temporada.

Los azulgrana llegarán al partido del sábado en el Camp Nou ante el Real Madrid con urgencias, pues aunque vamos a entrar aún en diciembre, una derrota ante el eterno rival haría que el Barça se quedara a nueve puntos del líder, una cifra que ya sería de lo más inquietante.

Lo peor para el Barça no están siendo los resultados, pues empatar en San Sebastián no es una tragedia, sino el juego del equipo. Piqué no dudo en señalarlo tras el partido y afirmó que "así es muy difícil ganar la Liga", poniendo el foco en el juego y la actitud del equipo. Porque no es solo que no se esté jugando bien, es que tampoco se está tirando de fe o de orgullo para intentar sacar adelante los partidos.

Así, en apenas tres meses de competición, los de Luis Enrique ya han tropezado en Anoeta y Balaídos y en su estadio ante Atlético, Málaga y Alavés. Algo, desde luego, le pasa a este Barça:

Dependencia de Messi. Da la sensación de que si no sale Leo al rescate, el Barça está perdido. Son ya muchas las ocasiones en las que el astro argentino ha rescatado al conjunto azulgrana esta temporada, pero en ocasiones se le está viendo demasiado solo.  Messi lleva 9 goles en Liga esta temporada y otros 9 en la Champions, pero por muy bueno que sea, necesita la ayuda de sus compañeros. En Anoeta marcó un gol, pero también naufragó ante el mal partido de sus compañeros

Sin control de los partidos. Ante rivales de cierta identidad, el Barça no logra controlar los partidos. Bien es cierto que esa es una tendencia desde que Luis Enrique llegó al banquillo azulgrana e impuso un estilo más directo, más vertical, para aprovechar las virtudes de la MSN. Sin embargo, ello está derivando en partidos en los que el conjunto culé se ve desbordado por su rival y, además, no logra crear ocasiones.

Ante la Real Sociedad, el Barça tuvo muchas menos oportunidades de gol que su rival, jamás impuso su estilo y, además, perdió la posesión de balón (54% contra 46%). Es algo que ya le ha pasado otras veces esta temporada, pues ante el Atlético, en Manchester ante el City o en Balaídos ante el Celta tampoco tuvo el control en muchas fases de esos encuentros, aunque en Anoeta el Barça dio la sensación de haber tocado fondo y solo la fortuna (y una ayuda arbitral) evitó la derrota.

Un desastre en defensa. El gol en Anoeta llegó… de un saque de puerta del rival. Desajustes defensivos y errores individuales están siendo una constante esta temporada. La gran temporada de Piqué no está encontrando acompañamiento, y la configuración de la zaga culé está dando muchos quebraderos de cabeza a Luis Enrique. Umtiti lo está haciendo bien, pero se lesionó, mientras que Mascherano alterna grandes intervenciones con errores impropios de él. Sergi Roberto aporta mucho en ataque, pero falla en exceso atrás, mientras que Jordi Alba está teniendo muchos problemas con las lesiones y Digne solo cumple.

Pero el problema atrás del Barça no es solo de sus defensas. Busquets no está al nivel habitual, los centrocampistas no aportan lo que deben y la MSN se desconecta en muchísimos momentos de las labores menos agradecidas.

Se echa de menos a Iniesta. El de Fuentealbilla lleva más de un mes lesionado y su equipo le está echando mucho de menos. Precisamente el escaso control de los partidos antes mencionado es, en gran parte, debido a su ausencia. Iniesta es la pausa, el control, la elección siempre correcta, y desde la retirada de Xavi su importancia es aún mayor.

La semana pasada volvió ya a los entrenamientos y su concurso puede ser muy importante de cara al clásico teniendo en cuenta que ninguno de sus recambios ha estado a la altura. Sin embargo, habrá que ver cuál es su estado de forma y, de poder jugar, cuántos minutos puede hacerlo en un partido tan exigente como el del sábado ante el Real Madrid.

Fichajes fallidos. Alrededor de 100 millones de euros se gastó el Barça este verano en fichajes, una cifra muy elevada. Sin embargo, ninguno de ellos está tirando la puerta abajo. De Cillessen y Digne ya se esperaba que fueran únicamente recambios de los titulares (Ter Stegen y Jordi Alba), pero sí se esperaba mucho más tanto de André Gomes como de Paco Alcácer.

Cuando el Barça se adelantó al Real Madrid por André Gomes, abonando además unos 55 millones (la cifra puede variar según objetivos), se esperaba del luso que fuera un recambio de lujo en la medular, un hombre que incluso luchara por ser titular. De momento, no está siendo así. Pero peor es el caso de Alcácer, un ‘9’ que no ha marcado un solo gol y al que se le ve totalmente desconectado del juego del equipo.

Baja forma. No está siendo el arranque deseado para muchos de los jugadores azulgrana. Busquets, hombre clave en el equipo, alterna buenos partidos con otros en los que se ve desbordado en el medio. Caso parecido al de Mascherano, que no es el jugador fiable de otras temporadas. Rakitic, después de dos años rindiendo a un gran nivel, está muy irregular este año.

En la delantera, tanto Neymar como Luis Suárez están aportando menos goles que la temporada pasada. Si bien el brasileño lo compensa con muchas ganas y desborde en la banda (buen ejemplo de ello es el gol de Messi en Anoeta), a Luis Suárez se le ve también menos participativo en el juego del equipo.

El banquillo aporta poco. Las lesiones han dado oportunidades a muchos de los jugadores de la plantilla, pero el único que está aprovechando dichas oportunidades es Rafinha, que está siendo el mejor de entre los teóricos suplentes.

En el medio, ni André Gomes ni Denis Suárez (en su regreso tras su lesión) están al nivel que requiere un equipo como el Barça. Arda Turán empezó bien, pero ha ido de más a menos. Y Paco Alcácer no ha aportado nada en ataque. Cillessen y Digne no pasan de recambios que están lejos del nivel de los titulares. Y ningún jugador de la cantera viene apretando fuerte desde abajo.

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