Los visitantes jugaron con uno más desde el minuto 25 y con dos los últimos diez minutos, incluidos los cinco de la prolongación, pero, salvo en contadas ocasiones, puso en pocos aprietos a su rival.

El Sevilla suma su séptima jornada sin perder y se asienta en la zona alta, mientras que el Betis acumula cinco sin ganar y sigue en la baja.

Al equipo local le costó superar el dispositivo táctico planteado por el técnico bético Lorenzo Serra Ferrer, con una adelantada presión de la línea delantera, con Dani, Capi, Joaquín y el brasileño Edu, y una segunda con Arzu y Rivera.

Eso hizo que la defensa sevillista no encontrara con facilidad a sus hombres de creación, el italiano Maresca y Martí, y que su fútbol fuera directo, lo que no dio muchos frutos y además motivara alguna indecisión que le pudo costar caro a los de Juande Ramos, como a los dieciocho minutos en una jugada que no supieron definir Dani y posteriormente Capi desde lejos.

Las cosas se le pusieron peor al Sevilla cuando a los 24 minutos el árbitro expulsó a Javi Navarro por un lance con un Dani que desde el inicio desquició a sus rivales.

La inferioridad numérica obligó a Juande a sacar del campo al delantero brasileño Luis Fabiano para reforzar la defensa con el central serbio Dragutinovic, con lo que el equipo se quedó con poco poder ofensivo.

El equipo visitante tomó el mando y se acercó con peligro ante la portería que defendió Andrés Palop, aunque le faltó continuidad en un juego que siempre estuvo muy trabado por las continuas faltas e interrupciones.

En la segunda parte pareció que el Betis salió a no dejar escapar la oportunidad de llevarse los tres puntos para el barrio de Heliópolis, pero a los cinco minutos el colegiado gallego señaló penalti por mano de Joaquín en la barrera que formó su equipo ante la falta que botó Martí y Maresca, posteriormente, no desaprovechó la oportunidad de poner el 1-0 en el marcador.

Serra sacó inmediatamente a Fernando y Xisco, y algo después al brasileño Assuncao, para darle un mayor potencial a la formación verdiblanca, que atacó a la desesperada ante un rival que defendió con todo y que incluso estuvo muy cerca de poner el 2-0 en una contra de Jesús Navas.

El tiempo corrió a favor de los intereses de los de Nervión sin que el Betis supiera como crear peligro y además comprobando que el Sevilla volvió a dar un gran susto en las botas del brasileño Daniel Alves.

En los minutos finales el Sevilla tuvo que jugar con nueve futbolistas por la expulsión de Maresca por doble amonestación y eso hizo que el Betis se metiera en el área adversaria para buscar el mal menor del empate que no llegó.

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