El Sevilla encadenó su mejor racha de la temporada, cuatro partidos ligueros sin perder (cinco si se cuenta el empate contra Osasuna, en partido aplazado), a costa de un Betis que llegaba al Sánchez Pizjuán sin conocer la derrota con Paco Chaparro en el banquillo, pero que no hizo ningún mérito para llevarse el derbi sevillano.

Los dos equipos llegaban al partido con registros similares: tres jornadas sin perder y, en esa racha, dos victorias y un empate por el medio. El Sevilla, brillante en Europa pero irregular en la Liga; el Betis, en alza con la motivación de Chaparro. Pero esa igualdad no tuvo correspondencia en el campo. Sobre el césped del Pizjuán, el Sevilla fue superior.

El equipo de Manolo Jiménez, que llegaba tras sufrir mucho contra el Denia en la Copa del Rey, recuperó por un día una imagen más propia de la temporada pasada: un conjunto sólido en defensa, con recuperaciones constantes y rápidas salidas del centro del campo y, sobre todo, mucha imaginación en el ataque.

Un Betis sin opciones

La velocidad y el acierto fueron las mejores armas para el conjunto local, en el que la pareja Poulsen-Keita formó una dupla incansable en la presión. Y en ella se finiquitó toda opción para el Betis, privado de su línea de creación y sin otra posibilidad más allá de poder defenderse, agazapado, a la espera de un contragolpe.

La contención bética, sin embargo, fue insuficiente. A los veinte minutos avisó Kanouté y, apenas cinco minutos después, Luis Fabiano adelantaba al Sevilla tras aprovechar un pase de Diego Capel. El Betis protestó al considerar el tanto del pichichi brasileño como anotado con la mano. Muy posible. Pero la tibia reclamación, que fue lo único que encrespó algo más los ánimos en una noche de corrección en la grada, consagrada a la memoria de Antonio Puerta, quedó en nada. El derbi de la cordialidad.

El Betis, con más de una hora de juego por delante, perdió su fe en el gol. El segundo gol local a cuatro minutos del descanso, también de Luis Fabiano, terminó de desarticular al conjunto verdiblanco, al que se le volvieron a ver algunos de los vicios que le mantienen en los puestos de descenso.

El paso por los vestuarios no ayudó a ver un cambio en el guión del partido. El Betis, consumido por su impotencia y mostrando su debilidad; el Sevilla, con un juego que a ratos duerme al rival y a ratos le atosiga. La falta de reacción bética, incluso, provocó que muchos de sus aficionados se marchasen con apenas quince minutos del segundo de tiempo.

Alves, con una falta lejana que tocó Damiá, ayudó al desalojo con el tercero del Sevilla. El Betis se deshizo definitivamente, incapaz de trenzar una jugada, de imprimirle velocidad a un ataque, confiado a algún atisbo de calidad de individualidades. De la asociación entre Navas y Alves, incluso, pudo llegar algún tanto más.

Pero el marcador ya se inclinó para el equipo que fue mejor, un conjunto con síntomas de haber iniciado una progresión en un derbi desigual. Afortunadamente correcto en la grada, pero muy desequilibrado en el césped. Un derbi de dos velocidades en el que ganó el más rápido.

Ficha técnica

3 - Sevilla FC De Sanctis; Daniel Alves, Mosquera, Escudé, Dragutinovic; Jesús Navas, Poulsen (Martí, min 79), Keita, Capel (Chevantón, min 71); Kanouté y Luis Fabiano (Adriano, min 64).

0 - Real Betis Ricardo; Melli, Juanito, Rivas (Toni, min 29), Damìa; Rivera, Arzu; Sobis (Somoza, min 46), Edu, Mark González (Xisco, min 69); y José Mari.

Goles 1-0 (min 26): Luis Fabiano; 2-0 (min 42): Luis Fabiano; 3-0 (min 63) Daniel Alves.

Árbitro Alberto Undiano Mallenco (Colegio Navarro). Amonestó a los visitantes Melli (min 18), Mark González (min 45), José Mari (min 46) y Somoza (min 62) y a los locales Dragutinovic (min 33) y Luis Fabiano (min 60).