La visita que Ronaldinho hizo a la clínica Delfos el pasado 28 de abril sólo fue para hacerse unas pruebas médicas que confirmaran el estado exacto de su lesión, según han explicado a la Agencia Efe fuentes cercanas. En la prensa deportiva se indicó que las razones eran otras: confirmar en un informe que era apto para jugar y poder fichar por el Milan y que los resultados fueron negativos.

Sin embargo, el entorno del delantero brasileño apuntan que ha sido una visita rutinaria, donde se le ha hecho una resonancia de control y que todo está en "en absoluta normalidad". Ronaldinho no está aún recuperado de la rotura que sufre en el aductor medio de la pierna derecha.

"No entró de madrugada"

Las mismas fuentes negaron que Ronaldinho entrara en esta clínica barcelonesa de madrugada -"lo hizo sobre las 21.30, la hora a la que lo citó el médico"- y que se sometiera a análisis de sangre ni a pruebas de esfuerzo que determinaran que no se encuentra preparado para seguir desarrollando la práctica del fútbol al máximo nivel.

El delantero azulgrana lleva cinco semanas de baja por culpa de esta lesión, pero en su entorno aseguran que "no hay ninguna alarma, de que esté tardando más de la cuenta en recuperarse, ni tampoco la hay en el club".

De hecho, los servicios médicos del Barça, que no tuvieron constancia de esa visita de Ronaldinho a la clínica Delfos, confirmaron que el brasileño sigue recuperándose en los plazos previstos (en principio se le pronosticaron seis semanas de baja) y que, en el mejor de los casos, podría reaparecer en el último partido de Liga ante el Murcia.

Mientras, el diario Sport apunta que Ronaldinho ya tiene preparadas las maletas y que se va despidiendo de sus compañeros en el vestuario diciendo "arrivederci, amici" ("adiós, amigo" en italiano) y detalla que su última fiesta fue en Castelldefels.