Rafa Nadal no está en su mejor momento de forma física, o quizá peor, mental.

El tenista español, de 30 años, afronta el último tramo de la temporada cargado de dudas —"tengo que hablar con mi equipo y con mi tío. A veces la solución es parar y entrenar, y quizá es una buena oportunidad para hacerlo, pero no estoy seguro"— y reconociendo que sufre —"esta parte del año es difícil para mí, siempre sufro"—. En efecto, las cualidades de las pistas en este periodo del año, mucho más rápidas que las de tierra batida, hacen daño al de Manacor.

Por todo, el balear se plantea un frenazo por miedo a su lesión en la vaina cubital posterior de la muñeca derecha. "Necesito recuperar mi derecha. Quizás porque he tenido una lesión en la muñeca y todavía tengo miedo, o porque sigo teniendo alguna limitación en ella", reconoce.

El tenista deja entrever que en su futura e inminente decisión tiene mucho que ver, y en un alto porcentaje, la parte mental. ¿Hasta qué punto es recuperable este aspecto en la carrera de un deportista en general, y del manacorí en particular? "El miedo a una lesión se trabaja a través de la aceptación, porque cualquier deportista profesional se va a lesionar. El miedo desencadena una respuesta de ansiedad y aumenta la probabilidad de lesionarse", asegura la psicóloga deportiva Patricia Ramírez. "Nadal lo puede trabajar, evidentemente. Se entrena el hecho de aceptar la incertidumbre de la vida. Una lesión es como cualquier enfermedad. No depende de él y lo tiene que aceptar", asegura la psicóloga.

"Podría aparecer la hipervigilancia", cree Patricia. "Es estar continuamente chequeándose a ver cómo responde el cuerpo y puede convertirse en algo obsesivo", sentencia.

Sería el segundo parón del año tras el que hizo antes de los Juegos Olímpicos y que le tuvo apartado de las pistas tres meses. Con todo en el aire, incluso para él, se plantea la duda de si parar sería lo mejor para el balear. "Hay momento en los que uno está quemado, desilusionado, y, a veces, hay que saber parar, coger distancia para retomar el objetivo con ilusión y plantearte nuevos retos", cree la psicóloga.

"Rafa es una persona muy ambiciosa y quiere estar a pleno rendimiento. Si ve que no es el esperado, como sus objetivos siguen siendo altos y considera que esta temporada no ha salido como esperaba, cree conveniente preparar la siguiente", asegura el extenista Mico Margets. Quizá así se explique que para Nadal la temporada esté "prácticamente acabada".

"Si él cree que tiene que parar que lo haga", comenta Vivi Ruano, extenista. "Siempre que no van bien las cosas, lo que hay que hacer es parar, analizarlas y ver qué tienes que cambiar para mejorar".

La trayectoria de Nadal se ha convertido en una montaña rusa en los últimos años, incapaz de reencontrarse consigo mismo, lo que ha provocado que desde hace un par se especule con la posibilidad de su ocaso en el tenis. En 2015 le falló la mente admitiendo ansiedad y en este 2016 lo está haciendo el físico con el quebradero de cabeza en el que se ha convertido ese problema en la muñeca.

"Las lesiones siempre son una faena, y más la muñeca. No sabes si cuando vas a golpear te va a doler o no. Eso, mentalmente, te condiciona bastante", apunta la extenista.

Así, ¿será capaz de volver el mejor Nadal? Claro que sí. Le quedan aún 2 o 3 años a pleno rendimiento, al máximo nivel. Ha pasado esto mismo en otras ocasiones y, aunque ahora han pasado los años y la edad cada vez perdona menos, estoy convencido de que en los próximos 2-3 años volverá a estar arriba".

"Le queda por luchar todo lo que él aguante. Motivado está y quiere volver a ganar grandes torneos. Lo que pasa que cuando no salen las cosas lo que necesitas es intentar encontrar esa alegría perdida, dice, por su parte, Ruano.

Lo que parece claro es el cambio de tendencia en el tenis, ya una realidad. Nuevos tiempos y nuevos nombres que ocupan el de los 'eternos' de la época más reciente del tenis mundial. Por primera vez desde 2003, ni Federer ni Nadal figuran entre los cuatro mejores del ranking de la ATP. El primero, por su edad (35 años), el segundo, por una espiral destructiva que combina lesiones y parte psicológica casi a partes iguales.

Hay cinco Top Ten que rebasan la treintena, incluidos Nadal y el suizo. Wawrinka, Monfils y Berdych parecen todavía lejos del ocaso. ¿Se podrá mantener el balear entre los diez mejores? "Yo le veo arriba, sí. No dominando como nos tiene acostumbrados, pero considero que está capacitado para ganar uno o dos Grand Slam más en los próximos años", asegura Margets.

Ruano señala que "Rafa es como el ave Fénix, muchas veces le han enterrado y siempre resurge. Es de los deportistas más prodigiosos mentalmente. Yo creo que habrá muchos más momentos de ese gran Nadal que decís los perioditas, aunque yo creo que nunca ha desaparecido".

De llevar a cabo su plantemiento de Nadal de descansar, serían dos meses y medio de parón, hasta 2017, que supone dejar abierta la posibilidad de abandonar el objetivo que aún tiene a mano: participar en el Masters de Londres (está séptimo en la carrera para seleccionar a los ocho mejores), además de decir adiós a las citas de Basilea y París Bercy.

"A otro jugador le bastaría conjugar otro Masters más, pero Nadal no es así y no quiere eso. Su objetivo va más a largo plazo, es ganar torneos, de ahí que se plantee parar", cree el extenista.

No obstante, y en medio de la tormenta y del revés que supondría ver al balear fuera del Masters, Nadal promete hacer el máximo para recuperarse en los próximos dos meses y medio e intentar estar al mejor nivel en el inicio de la próxima temporada. Es el carácter ganador que le ha llevado a ser el mejor tenista español de la historia.

Una lesión en la vaina cubital posterior de la muñeca derecha trae de cabeza a Nadal este año. Alejandro Pérez, fisioterapeuta de la clínica Neroga, explica en qué consiste esta dolencia y cómo se cura.

¿Qué es?

"El cubital posterior es el final de un músculo cuya función es hacer de extensión de la muñeca, y la vaina es como una especie de tubo que protege los tendones que hay en el interior. Explicado más sencillamente, la vaina sería un macarrón y el tendón, un espagueti. Dentro de esa vaina hay un líquido que lo que hace es lubricar para evitar lesiones con los rozamientos. Lo que ha pasado es que se ha inflamado, que tiene mucho líquido.

¿Cómo se trata?

Hay muchas posibilidades. Una de ellas es la electrólisis percutánea. Se introduce una aguja en el punto exacto de la lesión y se mete una corriente galvánica. A partir de ahí, comienza un proceso regenerativo en el que el paciente tiene que ayudar con unos ejercicios específicos. Hay otras técnicas como el láser o la diatermia.

¿Cuál es el tiempo de recuperación?

Una persona que se dedica al deporte de élite lleva su cuerpo al límite, y, en un deporte como el tenis, más aún. Nadal en concreto mete mucho giro de muñeca, con lo que conlleva mucha exigencia.

¿Es bueno infiltrarse?

Depende del medicamente que te metan. Si se puede evitar la infiltración, mejor, porque cuando metes una sustancia en el cuerpo puede pasar cualquier cosa.