A los problemas que le ocasionó el consumo de marihuana, el nadador estadounidense Michael Phelps tiene que sumar una nueva mella en su curriculum: el consumo de alcohol antes de conducir. El plusmarquista olímpico ha admitido que bebió una cerveza una hora antes del triple accidente de coche que sufrió el pasado jueves y del que, afortunadamente, salió ileso.

Sin embargo, el atleta no mostró signos de estar ebrio, por lo que no se le realizó el test de alcoholemia y la Policía no considera que el alcohol fuera la causa del choque.

El accidente tuvo lugar cuando el Cadillac Escalade que conducía Phelps chocó contra una mujer que iba al volante de un Honda Accord. Dicha mujer sí fue trasladada al hospital, aquejada de dolor en la cabeza y en un brazo.

De lo que sí se ha hallado culpable al deportista, según la revista People, es de conducir con un carnet caducado y emitido en un estado diferente de donde reside, lo cual es ilegal en Estados Unidos. Además, una fuente de la Policía ha declarado: "Al parecer éste (Phelps) no pagó un impuesto y su licencia fue suspendida".

Es ya la segunda vez que Phelps, de 24 años, sufre un percance al volante. El nadador fue detenido por conducir en estado de embriaguez en 2004 y condenado a dieciocho meses de libertad condicional.

La que sí tendrá que rendir cuentas a la justicia por el accidente del pasado jueves es la conductora del otro vehículo, Amanda E. Virkus,  ya que, según la policía, el choque se produjo debido a que ésta se saltó un semáforo en rojo.

El nadador, ganador de 14 medallas, ha escrito en su página de Facebook: "Gracias a todo el mundo que me ha prestado su apoyo desde el accidente. Estoy bien y contento de que nadie haya salido herido de seriedad. Espero que la otra conductora este bien. Mi tobillo está lesionado, pero nada podrá impedir que regrese a los entrenamientos el lunes".