Pepe sigue en el ojo del huracán. Tras su acción sobre Casquero y su arrepentimiento de inmediato, han pasado las horas y todo se ha vuelto triste y desolador para el central del Madrid.

En una entrevista concedida a Marca, Pepe dice sentirse "triste y destrozado". Asegura no reconocerse cuando ve la acción. "Perdí el control durante unos minutos. Yo quería ganar para seguir peleando por la Liga".

Pide que le disculpen. "Soy un ser humano y todo el mundo tiene un momento malo en su vida, pero aseguro que eso no volverá a ocurrir", afirma el central.

Además, asegura que la del martes fue "la peor noche de mi vida". "Ahora tengo que intentar seguir jugando al fútbol, voy a tratar de hacer las cosas de la mejor forma posible. Pero si veo que no tengo forma de volver a jugar, continuaré con mi vida normal y trataré de hacer otra cosa para mantener a mi familia".

No tiene apenas ánimos para hacer nada. "En este momento no tengo ganas de hacer nada. Voy a esperar a ver qué pasa con la sanción. Estoy muy triste y no tengo ganas de volver a jugar".

Precisamente de la sanción -le pueden caer entre 4 y 12 partidos- también opina. "No sé cuántos partidos me van a caer, pero a pesar de la cantidad que sea, el peor castigo es lo que estoy viviendo ahora".