Javier Otxoa: "Los médicos pensaron en apagar mis máquinas"

El 15 de febrero de 2001 cambió la vida de Javier Otxoa por culpa de un atropello que le costó la vida a su hermano gemelo Ricardo. Tras 65 días en coma, Javier se aferró a la vida. Una larga rehabilitación le permitió volver al ciclismo, aunque como atleta paralímpico. En los últimos Campeonatos de España discapacitados, disputados en Dos Hermanas (Sevilla), se colgó cuatro medallas de oro.
Javier Otxoa en una imagen de archivo
Javier Otxoa en una imagen de archivo
Javier Otxoa en una imagen de archivo

Comentaba que nadie naba un duro por su vida...

Los mismos médicos me querían desconectar de las máquinas que me mantenían con vida. Hablaban de que, si lograba salir vivo, quedaría postrado en una cama o en una silla de ruedas. Pero he sorprendido a todos.

Los médicos me querían decían que si lograba salir vivo quedaría postrado en una cama o en una silla de ruedas. Pero he sorprendido a todos.

Después de triunfar en los Nacionales, ¿en qué piensa?

Tengo la mente puesta totalmente en los Mundiales de Francia, en agosto, y en los Juegos Olímpicos de Pekín.

¿Cómo se entrena?

A nivel discapacitado se coge menos la bicicleta, aunque no me acuerdo mucho de mi época profesional. Rodamos entre dos y tres horas diarias.

¿Haga el tiempo que haga?

Con la lluvia no salgo, porque esto tampoco es mi profesión. Si llueve, al gimnasio.

¿Qué recuerdos tiene de su victoria en Hautacam?

Del día en sí, ninguno. Mi madre, que no fue a la etapa, la grabó y he podido verla. Te das cuenta de que fue un momento importante. Agua, frío, gente en las cunetas,...

¿Por qué se mudó a Valencia?

Aquí es mucho más fácil y seguro entrenarse. Hay menos coches y mejor clima. Vivo con mi entrenador en un pueblecito, Massamagrell.

¿Ha variado mucho su forma de montar?

El accidente me dejó secuelas que me afectan al equilibrio cuando voy en bicicleta. No puedo mirar para atrás, por ejemplo, porque si no me puedo caer.

El accidente me dejó secuelas que me afectan al equilibrio cuando voy en bicicleta, no puedo mirar para atrás

¿Cómo percibe la seguridad vial actualmente?

No se conciencia a la gente lo suficiente. Lo que yo viví fue una experiencia que casi me cuesta la vida.

¿Y uno es o se siente ciclista?

Pese a mi discapacidad, yo me siento ciclista.

¿Sigue la competición?

Estoy siguiendo el Giro y está muy emocionante.

¿Mantiene amigos dentro del pelotón?

Tengo una relación correcta con muchos corredores, pero tampoco es amistad.

Y si logra un oro en Pekín 2008, ¿en qué pensará?

Me acordaré de mis padres y de mi hermano Ricardo.

Con más de 800 puntos

No parece un deportista discapacitado, le dicen a Javier Otxoa. Pero lo cierto es que le falta medio pulmón, sufrió cortes en su nervio ciático y tuvo que padecer importantes fracturas en tibia y peroné. Más de 800 puntos repartidos por todo el cuerpo recuerdan la violencia de su atropello. Otxoa, nacido en Baracaldo (Vizcaya) en 1974, cuenta con el apoyo material (ropa, bicicleta...) del equipo Saunier Duval-Prodir. «Para mí, es un corredor más de la plantilla y un ejemplo de superación», afirma Matxin, director del equipo Saunier Duval. Como profesional, Otxoa venció en la etapa con final en Hautacam del Tour de 2000. En las paraolimpiadas de Atenas 2004 logró un oro y una plata. Es el actual campeón del mundo (ruta y contrarreloj).

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