Una expulsión castigada con dos encuentros y una baja segura para su técnico hasta unas hipotéticas semifinales. Lo que inicialmente trascendió como castigo para Neymar, el astro de la selección de Brasil, se quedó en un partido por acumulación de amonestaciones. Y a la espera de un recurso brasileño este viernes.

Nada de gran sanción de momento por su expulsión tras el partido contra Colombia, donde la canarinha perdió por 1-0 y en donde el jugador del Barça se enfrentó a varios rivales y le propinó un cabezazo a Armero.

El criterio del comité de competición fue sancionarle con un partido por haber recibido dos amarillas en partidos consecutivos y por la roja vista ante Colombia. Una sanción provisional por parte del Tribunal de Disciplina  a la espera de resolver un expediente que podía ser alegado por Brasil en 24 horas. Este viernes, anuncia el torneo, se conocerá el fallo definitivo.

Dunga ha comenzado a buscar alternativas a esta baja, aunque tiene que solventar otros problemas que amenazan a la seleção. La falta de alternativas y de juego de Brasil preocupan especialmente si se tiene en cuenta la deriva que tuvo Brasil en el Mundial de 2014 tras la lesión de su astro.

Estos tropiezos no son otros que las consabidas goleadas por 7-1 contra Alemania y 3-0 ante Holanda en el partido por el tercer y cuarto puesto. Después del Mundial, ya con Dunga al mando, Brasil sólo ha jugado un partido sin Neymar, el amistoso que ganó a México por 2-0 en vísperas de la Copa América.