Después de meses de tira y afloja de la FIA y la FOTA sobre las restricciones económicas que el organismo que preside Max Mosley quiere imponer a los equipos de Fórmula 1 para 2010, las principales escuderías se han reunido para tomar una decisión respecto al futuro.

El presidente del la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), el británico Max Mosley, animó hace unos días a las escuderías que no desearan aceptar la nueva normativa, organizada para dar paso a nuevas escuderías al Mundial, a que organizaran uno propio.

Por eso hoy Ferrari, Brawn, Toyota, Toro Rosso, Red Bull, Renault, BMW y McLaren, miembros de la FOTA, han decidido presentar su solicitud condicionada para inscribirse en el próximo mundial, a condición de que la FIA muestre mayor flexibilidad en la reducción de presupuestos, propuesta que, por ahora, no ha sido aceptada por el máximo organismo.

A lo largo de esta mañana, en el paddock del circuito de Estambul, se concretará el futuro campeonato paralelo que pretenden organizar éstas escuderías, si al final deciden abandonar la F1.

Jarno Trulli ha hablado esta mañana de "problema político" y ha apuntado que todos los representantes de la reunión mantienen firme su posición de no correr el año que viene el mundial de la F1 si se mantienen las bases organizativas.

La FIA deberá publicitar este viernes la lista de los equipos que participarán en el próximo mundial.