El 15 de marzo de 1999, Carlos Moyá se convirtió en el primer tenista español en alcanzar el número 1 del tenis. Sólo aguantó dos semanas en lo más alto, pero fueron suficientes para marcar a un niño, Rafa Nadal, quien ha confesado: "Moyá fue mi ídolo". A sus 32 años, Charlie, actual 52 del mundo, fue operado el sábado de una artritis en el pie derecho y de una rotura parcial del hueso isquion en la inserción del tendón en la cadera. Hablamos con él en la presentación del coche del Mutua Madrileña Madrid Open.

¿Cómo está?

Ha sido la primera operación de mi carrera y lo estoy intentando llevar con paciencia.

¿Se plantea la retirada?

No, quiero volver a jugar y despedirme decentemente.

¿Duele mucho su lesión?

Yo puedo hacer vida normal. Me duele más emocionalmente que físicamente porque es muy duro llevar un año sufriendo.

¿Cuándo estará recuperado?

Cuatro o cinco meses. No jugaré más esta temporada.

¿Cómo va a matar el tiempo?

No lo sé, pero seguro que disfrutaré del veranito.

¿Qué le dice su pareja, Carolina Cerezuela?

Ella quiere que siga para seguir viendo partidos míos.

¿Qué siente al ser el ídolo del mejor tenista español de la historia?

Él me admiraba porque cuando yo ganaba los torneos importantes, él me veía en la tele. Es un honor que Rafa se fijara en mí de pequeño. Ahora somos amigos íntimos.

¿Nadal es imbatible?

En tierra, casi sí. Le da igual el rival que tenga enfrente.

¿Tenemos n.º 1 para rato?

Si Rafa sigue jugando así, no tengo ninguna duda.

¿Echa de menos las partidos de Playstation con él?

Pues sí. Disfrutaba mucho con la convivencia, pero terminé un poco quemado de la última etapa porque jugaba con mucho dolor.

BIO (27-08-1976, Palma de Mallorca) Ganó un Roland Garros (1998) y una Copa Davis (2004). Su bebida preferida es "el mojito".