Mohamed VI destituye a su ministro de Deportes por el caso del estadio encharcado

  • Mohamed Uzín fue relevado de sus funciones después de que el monarca recibiera un informe sobre lo acaecido en el estadio de fútbol de Rabat.
  • El partido entre el Cruz Azul mexicano y el Sydney Wanderes australiano del pasado mundialito se disputó sobre un terreno de juego anegado de agua.
  • La gran cantidad de lluvia caída dejó el terreno de juego impracticable y el esperadísimo partido del Real Madrid tuvo que ser trasladado a Marrakech.
Operarios intentan proteger el césped del terreno de juego del estadio Moulay Abdellah de Rabat, encharcado tras las últimas lluvias.
Operarios intentan proteger el césped del terreno de juego del estadio Moulay Abdellah de Rabat, encharcado tras las últimas lluvias.
CHEMA MOYA / EFE
Operarios intentan proteger el césped del terreno de juego del estadio Moulay Abdellah de Rabat, encharcado tras las últimas lluvias.

El rey Mohamed VI de Marruecos destituyó este miércoles al ministro de Juventud y Deportes, Mohamed Uzín, por el escándalo del pasado diciembre ocasionado por el estado del complejo deportivo encharchado en Rabat durante un partido del pasado Mundial de clubes.

Según un comunicado del Gabinete Real, el cese fue decidido después de que el monarca recibiera "un informe sobre las disfunciones en un partido de la Copa del Mundo de Clubes", en referencia al partido entre el Cruz Azul mexicano y el Sydney Wanderers el pasado 13 de diciembre.

Las lluvias caídas ese día sobre la capital pusieron en evidencia el deficiente sistema de drenaje del campo, que por momentos parecía una piscina, y obligó a trasladar el siguiente partido de la competición hasta Marrakech.

Las imágenes de los jugadores chapoteando en los charcos del campo dieron la vuelta al mundo y causaron indignación también dentro de Marruecos al saberse que las recientes obras de remodelación del estadio para ponerlo a punto para el "Mundialito" habían costado el equivalente de 19 millones de euros.

Seis días después del escándalo, el rey ya ordenó la "suspensión de actividades" del ministro, y le prohibió asistir a la final en Marrakech, mientras se dilucidaban las responsabilidades por lo ocurrido, en un movimiento que la prensa interpretó como un cese diferido.

El cese de Uzín es la primera "baja política" del gobierno dirigido por el islamista Abdelilah Benkirán, quien además acaba de perder por fallecimiento a su "brazo derecho", el ministro de Estado Abdellah Baha, lo que podría obligar a Benkirán a una remodelación limitada del gabinete.

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