El acoplamiento, y el ajuste, del ataque compuesto por Leo Messi, Luis Suárez y Neymar ha sido fundamental en el relanzamiento del último proyecto deportivo de un Barcelona que, como institución, no ha vivido meses cómodos por sus líos con Hacienda, con la FIFA e incluso con algún socio. "Son muchas las virtudes que tienen, que se entienden bien es evidente; que no son egoísta y que son solidarios, también; y que los tres se buscan", proclamó Luis Enrique tras eliminar al Bayern en la Champions.

El aporte del argentino, el uruguayo y el brasileño, en todo un Suramérica al poder, ha superado los miedos a una guerra de egos y a una incompatibilidad de estilos diferentes. El resultado final, pese a algunas dudas durante la temporada,  los disipó. Ante una BBC consolidada mediática y deportivamente con una campaña de experiencia, la MSN, un fenómeno posterior. "La MSN es mejor", bromeó el brasileño en marzo.

Entre todas las competiciones, en términos de campaña completa, Messi, Suárez y Neymar han acabado haciendo olvidar los goles aportados por el tridente formado por el propio Leo, el francés Thierry Henry y el camerunés Samuel Eto’o bajo la dirección de Pep Guardiola en la campaña 2008-09.

Lejos de sus guarismos realizadores en la Liga 2012-13, cuando disputó menos partidos (32) y firmó más goles (46), la campaña de Lionel Messi ha acabado siendo tan destacada como participativa. Con 41 tantos en 37 compromisos, el argentino ha aumentado sustancialmente la parcela de asistencias (18) en un curso donde explotó definitivamente con el año nuevo en todos los aspectos. Un goleador con visos de futbolista total.

La temporada liguera prometía, con dos goles ante el Elche. Pero no fue así. Leo saltó de los 15 goles y 7 asistencias firmados hasta el 31 de diciembre a los 26 tantos (aunque sus cinco penaltis transformados ha tenido lugar en 2015) y las 11 asistencias que desplegó desde el 1 de enero hasta la pasada jornada.

Además, de los 186 disparos que realizó contra las porterías rivales, 100 entre los tres palos, 108 se concentraron desde con el año nuevo. Más tiros, más acierto, más balones francos para los compañeros.  En dos ocasiones durante esta segunda  vuelta encadenó seis partidos viendo puerta al menos una vez.

En una campaña que ha seguido marcada por las investigaciones judiciales relacionadas con las irregularidades de su fichaje por el Barça, más intensas que en su primer curso en la entidad, el delantero brasileño Neymar Júnior ha plasmado sobre el césped una evidente evolución.

Más asentado en el día a día, acaso también más claros los roles en el vestuario, frente a los 9 goles sobre 26 partidos que concretó en la era Tata Martino el ex del Santos ha saltado a los 22, uno de ellos de penalti, en 32 compromisos. Neymar, que se ha mantenido en un número de asistencias parecido  (ocho el pasado curso; seis de momento en este), ha probado hasta 95 disparos a puerta de los que 46 se han ido entre los tres palos.

Once de los goles del brasileño llegaron antes de 2015 y seis en cuatro jornadas, la última de septiembre y las tres fechas de octubre. En la recta final de la Liga, y desde el empate en el Sánchez Pizjuán (2-2), Neymar solo ha faltado a su cita con el gol ante el Valencia y el Atlético.

El análisis del caso del ariete uruguayo está condicionado por el castigo que le fue impuesto por su mordisco a Chiellini en el pasado Mundial de Brasil, que le valió entre otras sanciones cuatro meses sin competiciones oficiales. El atacante charrúa, fichaje estrella culé y tras haber afrontado algún partido amistoso de poca entidad, no debutó en la Liga hasta la octava jornada, frente al Real Madrid, donde firmaría la primera de sus 13 asistencias hasta el momento.

Con un perfil más asistente que rematador en sus primeros meses en su nuevo club, Suárez no ha dejado de evolucionar sobre la marcha para acabar amasando hasta el momento 16 goles. Desde su estreno con la elástica azulgrana, Suárez ha afrontado 27 compromisos ligueros en los que ha completado hasta 77 disparos, de los que 38 han sido entre los tres palos.

Siete jornadas tuvo que esperar para ver puerta en la Liga un Suárez que tampoco lo probaba mucho dado su modo de concebir el juego (dieciséis ocasiones, solo seis entre los tres palos), pero se estrenó contra el Córdoba en el último compromiso de finales de 2014. En 2015, su aportación liguera fue creciente. Un gol en enero, tres goles en febrero, tres goles en marzo, cinco goles en abril, y de momento tres en mayo.