El Málaga afronta con el respaldo de su afición en La Rosaleda un reto histórico, acceder por primera vez desde su fundación a los cuartos de final de la Copa del Rey y tumbar al vigente campeón, el Real Madrid de José Mourinho, que llega con una mínima ventaja (3-2).

La Rosaleda acoge un apasionante partido de vuelta de octavos de final de Copa, entre un Málaga que cree en la remontada y un Real Madrid que ha incrementado su optimismo en las últimas horas, tras el pinchazo del Barcelona en la Liga, que aumenta su distancia como líder.

Por eso, aunque José Mourinho aseguró que apostaría por rotaciones en un cargado mes de enero, en La Rosaleda saldrá con todo en busca de unos cuartos de final coperos que pueden deparar dos nuevos clásicos con el Barça.

Pendiente del estado del jugador madridista que está en mejor momento, el francés Karim Benzema, que se retiró tras marcar un doblete al Granada con un fuerte golpe en un sóleo, Mourinho, en principio, no le forzará y será el argentino Gonzalo Higuaín quien juegue en punta. El francés, eso sí, ha entrado en la lista.

José Mourinho, técnico del Real Madrid, descartó realizar rotaciones en La Rosaleda de Málaga, pese a que hace unos días aseguró que apostaría por ellas en el mes de enero y a que reiteró que esta temporada la Copa del Rey está en un segundo plano en los objetivos.

"La campaña de 'podemos' del Málaga tiene credibilidad, porque les basta con ganar para pasar de ronda. No hago rotaciones porque pienso que el equipo necesita jugar. No estamos en fase de acumulación de fatiga tras no jugar quince días", aseguró.