La nadadora española de 21 años, Mireia Belmonte, finalizó octava la final de 400 metros estilos. La china Ye, con récord del mundo, se ha llevado todos los focos de la prueba al conseguir el oro con tan solo 16 años. En el podio olímpico le acompañaron Beisel y Li.

Había muchas esperanzas puestas en Mireia Belmonte, eterna promesa de la natación española, aunque con las marcas delante se antojaba casi imposible la lucha por una medalla. Ella misma era consciente tras la serie que le sirvió para conseguir la quinta mejor marca, y aún así tenía esperanzas de mejorar su tiempo ocho décimas en la noche del sábado.

La española salía por la calle dos de la espectacular piscina olímpica diseñada por Zaha Hadid. El tramo de mariposa situó a Mireia tercera al paso por el cien a veinte décimas de la cabeza; pero entonces llegó el tramo complicado para la española, la espalda. Perdió todas las opciones, pasando sexta e intentando aguantar los 100 en este estilo. En los 200 metros pasó séptima, penúltima, con 2:12:4. Pero lejos de tirar la toalla, comenzó a remontar con la braza.

Sin embargo, la sensación de que lucharía por el podio fue tan solo un espejismo. Mireia agotó sus fuerzas para luchar en una igualadísima final, en la que la espalda le dejó en último lugar. La catalana tendrá otras cinco pruebas para conseguir una medalla.

Sus esperanzas serían altas, pues al finalizar la prueba se negó a hablar con los periodistas españoles presentes en la prueba. Se marchó "muy afectada" y camino de someterse a un control antidopaje. El director técnico de la Federación, Luis Villanueva, tuvo que pedir disculpas. "Estaba muy afectada, y además tenía que someterse a un control antidopaje", ha comentado.