15 de mayo del 2000. Glasgow. Final de la Liga de Campeones entre el Real Madrid y el Bayer Leverkusen con 1-2 para los blancos. César, portero titular en aquel partido, cae lesionado. Un jovencísimo Iker Casillas tiene que salir desde el banquillo en el momento más difícil. Una final, marcador a favor y el equipo rival bombardeando la portería. El mostoleño, con sus paradas, asombraba al mundo entero y se gana el cariño y el respeto, del madridismo. Nace el mito.

La titularidad y, más tarde, la capitanía cayeron en manos de Iker, que en todo momento siempre estuvo acompañado de un 'angel' que pocas veces le abandonaría. Más de una década de titularidad indiscutible, de debates sobre si es el mejor portero del mundo, opiniones —casi unánimes— del merecimiento del Balón de Oro y de, sobre todo, paradas inverosímiles que le hicieron merecedor del apodo 'el Santo', el ángel de la guarda de la portería del Madrid. Un ídolo indiscutible del madridismo que veía desfilar por el club porteros 'segundones' siempre a su sombra.

Sin embargo, las cosas han cambiado desde hace poco más de un año. Con la llegada al club de Chamartín de Mourinho, que llegó a pedir el Balón de Oro para su guardameta, la imagen de Iker ha experimentado un giro de 180 grados que le tiene en el ojo del horacán ante la opinión del mundo del fútbol.

Sus desvenencias con el luso provocaron que el meta madrileño oliera el banquillo por primera vez en mucho tiempo. Además, una acción fortuita con Arbeloa la pasado enero dejó al mostoleño KO durante dos meses. La lesión del guardameta se produjo al cuarto de hora del encuentro, cuando su compañero le propinó una patada involuntaria en la mano izquierda a la salida de un córner. Íker sufrió una fractura en la base del primer metacarpiano de su mano. Nunca volvió a jugar con Mourinho, que dio el visto bueno al fichaje de Diego López y le entregó la titularidad.

La llegada de Ancelotti parecía su tabla de salvación, pero nada más lejos de la realidad. El italiano sigue apostando por Diego López en el torneo regular, dejando a Iker el protagonismo en Champions. Y en su retorno en un partido oficial, más de nueve meses después, en su momento... otra lesión, también por una acción con un compañero de equipo —en esta ocasión, Sergio Ramos— vuelve a dejar fuera a Casillas.

Ocurre en medio de la división del madridismo entre los que apoyan al portero y los que estaban con Mourinho. La suplencia de Iker, casi una cuestión de estado, que ha llegado a la selección. ¿Debe jugar siendo suplente en su equipo? De momento, cuenta con el beneplácito de Del Bosque, al que algunos acusan de favoritismo. Pero al salmantino, de momento, no le ha temblado la mano.

La lesión en Turquía, que solo es una contusión costal pendiente de evolución, puede ayudar a despejar de un plumazo cualquier debate en la portería del Madrid, con Diego López, y de 'la roja' con Víctor Valdés.

Casillas, con el Madrid y la selección, ha levantado Copas de Europa, la Copa del Mundo... Ahora, lo que está por venir, queda todo en el aire.

Entre tanto infortunio, Casillas tiene un motivo para sonreir, aunque para ello tenga que dejar a un lado su faceta deportiva para aferrarse a la personal.

El meta y su novia Sara Carbonero serán padres el próximo mes de diciembre.