Ni los españoles más optimistas esperaban medalla, pero competían tres de nuestras deportistas y siempre quedaba el factor sorpresa. Sin embargo, las previsiones se cumplieron y nuestra mejor esquiadora, María José Rienda, que debutaba en Turín en una modalidad que no es la suya, poco pudo hacer. Se clasificó en el puesto 37, a 3.56 seg. de la austriaca Michaela Dorfmeister, que ganó su segunda medalla de oro en estos Juegos, en su última campaña como esquiadora profesional. La plata fue para la croata Kostelic y el bronce, para la austriaca Meissnitzer.

Su meta, el gigante

A la granadina, sin embargo, no le afectó el resultado, porque «el objetivo era estar en la salida y con un poquito de tensión. Me ha venido muy bien y en los saltos me lo he pasado genial. Ha sido una prueba estupenda».

Su mente está en la prueba de gigante del viernes, su especialidad, en la que parte como una de las favoritas para conseguir medalla. «Mis piernas y mi cabeza están bien. Estoy tranquila y con muchas ganas para el viernes», explicó.

Las otras dos españolas tampoco obtuvieron muy buenos resultados. Carolina Ruiz, la mejor, se clasificó en el puesto 30 (a 2.73 seg. de Dorfmeister) y la aragonesa Leyre Morlans (a 6.06 seg.) en el 49.