Óscar Freire monopoliza la Vuelta a Andalucía

  • Ha ganado la última etapa y arrebata el liderato final al italiano Cioni.
  • Suma su cuarta victoria de la temporada y apunta ahora a la Milán-San Remo.
  • Se muestra recuperado de las lesiones que tantas veces le han impedido competir.
Óscar Freire pasa por la línea de meta, en una foto de archivo. (Efe)
Óscar Freire pasa por la línea de meta, en una foto de archivo. (Efe)
Jesús Domínguez
Óscar Freire pasa por la línea de meta, en una foto de archivo. (Efe)

Óscar Freire ha recuperado en 2007 su golpe de pedal ganador. El corredor cántabro del Rabobank se adjudicó la general final de la Vuelta Ciclista a Andalucía después de imponerse en la quinta y última etapa, con final en Antequera (Málaga).

Freire aprovechó su estado de forma para saltar en los últimos metros y abrir un hueco de dos segundos con el que arrebató el jersey de líder al italiano Darío Cioni (Predictor-Lotto), integrante del grupo de diez corredores que entró tras el tricampeón del mundo.

Hasta el salto de Freire, los protagonistas de la jornada fueron el holandés Piet Rooijakkers (Skil-Shimano) y Beñat Albizuri (Euskaltel-Euskadi ).

Ambos ciclistas rodaron en fuga desde el kilómetro 6 y fueron neutralizados en las puertas de Antequera tras más de 160 kilómetros de fuga en una jornada de 170,9 kilómetros.

Con esta etapa Freire no sólo logra su segundo triunfo parcial en la carrera andaluza, sino que suma su primera vuelta por etapas de la temporada.

Para el de Rabobank, que ya venció en una jornada de la Challenge de Mallorca, es su cuarta victoria de una temporada en la que se ha fijado como principal objetivo lograr en Stuttgart el que sería su cuarto título mundial.

"Lo realmente importante -señalaba el corredor tras su victoria- es que lo respeten las lesiones para que la temporada sea positiva".

El vencedor de la etapa se fijaba "la Milán-San Remo, que tiene un gran prestigio y donde competirán los mejores ciclistas del pelotón" como próximo gran objetivo.

¿Palmarés corto?

En el ciclismo sobrevuelan preguntas como si Induráin podría haber ganado otro Tour tras anunciar su retirada, qué hubiera sido del palmarés del italiano Bartali sin la disputa de la Segunda Guerra Mundial o si Armstrong hubiera logrado siete Tours si no se hubiese centrado exclusivamente en disputar la carrera francesa.

El caso de Freire es semejante, pese a que aún se mantiene en activo. Muchos se preguntan de qué hubiera sido capaz si las lesiones le hubieran respetado.

El cántabro ha sufrido persistentes lesiones de espalda, ha padecido quistes de glúteo e incluso mareos que han condicionado su rendimiento e incluso le han obligado a estar grandes períodos de tiempo inactivo.

Pese a ello, con una facilidad sorprendente para coger un estado de forma óptimo para competir, el actual corredor del Rabobank ha forjado un palmarés no tan extenso como otros colegas de la velocidad, aunque sí lleno de éxitos de renombre.

Sus tres mundiales de fondo en carretera, la Milán-San Remo de 2004, su Tirreno-Adriático o las etapas cosechadas en Tour y Vuelta son suficiente botín para un hombre al que las lesiones no han respetado.

Su palmarés cobra más mérito por cómo ha tenido que lograr las victorias. Salvo con la selección, el ciclista no disponía de un equipo que trabajase para él en exclusiva, lo que le obligaba a ir por libre en las llegadas y minimizar sus esfuerzos.

Despistado y con buen comer

Con 31 años recién cumplidos (vino al mundo un 15 de febrero de 1976), Freire es un corredor sencillo, familiar y bastante despistado que encuentra una pasión en los coches.

Cuentan del reciente ganador de la Vuelta a Andalucía 2007 que en una concentración bajó a cenar con el resto del equipo con el pantalón del chándal al revés.

También es amante de la comida e incluso portaba en uno de sus primeros coches, un Opel Corsa, unas cucharas para disfrutar natillas, yogures,... Tal vez por ello habló en más de una ocasión de montarle un restaurante a su madre.

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