No hay carrera más mediática, en términos universales, que el Tour de Francia. Y en este sentido cualquier cosa poco habitual que acontezca, puede dar mucho que hablar. Y para muestra, este domingo.

El español Faustino Muñoz, mecánico de confianza de Alberto Contador y miembro del staff técnico del equipo ruso Tinkoff-Saxo, mostró su enojo con una cámara de la televisión francesa, la emisora oficial de la señal, al lanzarse un botellín de agua que impactó contra la lente.

Muñoz reaccionó así a la imprudencia del conductor de esta moto, que pasó demasiado cerca del ciclista Peter Sagan cuando éste iba a parar por un problema mecánico con la decimoquinta etapa consumiendo sus últimos 40 kilómetros.

El hombre de confianza de Contador, que se expone a una sanción, ya fue expulsado de una vuelta de tres semanas en el pasado. Sucedió en el Giro de Italia 2011, cuando la organización le sacó de la carrera por golpear con la puerta del coche a un aficionado, lo que fue calificado de “comportamiento incorrecto”.

Este domingo trascendió, por otra parte, que el ruso Oleg Tinkov, propietario de la formación, trabaja en un movimiento de boicot al Tour de cara a 2016 para presionar y lograr cambios en la gestión del ciclismo profesional.

"Para hacer la revolución, los equipos tienen que unirse", explicó en una entrevista publicada este domingo por el dominical "Le Journal du Dimanche". Su objetivo, negociar con ASO y se establezcan unas condiciones económicas más favorables para los equipos porque hasta ahora no ha aceptado discutir.

"Mi sueño es que la bicicleta sea un negocio" y para eso -argumentó- hay que cambiar toda la arquitectura, empezando por los productos de promoción comercial, que sólo suponen 2 millones de euros de un presupuesto de 27 millones.