Zidane Vs Allegri: la sencillez, la fórmula secreta del éxito

  • Zidane lo ha ganado todo, en césped y banquillo; Allegri busca el título que le confirme como un técnico de primera.
  • El técnico francés se medirá a quien, cada dos por tres, suena con fuerza como su sustituto en el banquillo del Madrid.
  • Dos caracteres parecidos; dos estilos de juego diferentes.
Zidane contra Allegri, duelo en la final de la Champions.
Zidane contra Allegri, duelo en la final de la Champions.
CARLOS RIVAHERRERA
Zidane contra Allegri, duelo en la final de la Champions.

Zinedine Zidane, técnico del Real Madrid, y Massimiliano Allegri, entrenador de la Juventus, serán también protagonistas de la final de Cardiff, reedición de la de 1998 disputada en Ámsterdam hace ahora 19 años.

Para Zidane, que puede lograr su segundo título de Champions consecutivo, algo que ningún equipo ni entrenador han logrado antes, será, además, un partido especial. El ahora preparador del Madrid vivió –y perdió–aquella final del 98 como jugador de la Juventus, a la que se medirá ahora para que el Madrid se la vuelva a 'robar'. Zizou ha recordado en los últimos días esa final y ha reconocido que pasó un momento "duro y triste" cuando salió derrotado delAmsterdam Arena.

Se medirá también el francés a un técnico que, cada dos por tres, suena con fuerza como su sustituto al banquillo del Madrid. Que los rumores sean más o menos ciertos no impide que Zidane le haya alabado, al mismo tiempo que el italiano siempre se ha mostrado respetuoso con el galo. Dos caracteres parecidos; dos estilos de juego diferentes. ¿Quién saldrá triunfador?

Zinedine Zidane, la calidad y la discreción llevadas al banquillo

Zinedine Zidane traslada su brillantez como futbolista al banquillo. Llegó al Madrid como solución de urgencia y, tras año y medio, el francés ha logrado acallar a sus críticos. Con un tono moderado y amistoso, Zidane, de 44 años, ya ha ganado 4 títulos: una Liga, una Champions, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes.

Como jugador, Zizou marcó una época en el Real Madrid. El blanco fue su último equipo y con él conquistó seis títulos. Se retiró del fútbol tras disputar la final del Mundial de Alemania de 2006. Su viaje al banquillo no tardó en llegar. Porque el genio galo siguió ligado al club como asesor presidencial y, ya después, segundo entrenador del primer equipo, técnico del Castilla y, desde enero de 2016, entrenador del primer equipo, donde traslada la sabiduría, talante y acierto que siempre tuvo como jugador al banquillo de Chamartín.

Eso, de su faceta pública, porque de la más personal apenas ofrece luz. El técnico del Madrid siempre ha llevado su vida privada con la máxima discreción y protege a su familia por encima de todo. Su mujer, a la que conoce desde hace más de 25 años, es Véronique Fernández y es su mayor apoyo. Sus hijos, Enzo, Luca, Théo y Elyaz estudian en el Liceo Francés de Madrid. Zidane no es de fiestas o grandes eventos: a pocos actos ha acudido, y siempre con buen gesto.

Un tono discreto y amable que emplea también con sus pupilos y con los medios que siguen la actualidad del equipo, a veces muy críticos con él. A pesar de entrenar al Real Madrid, con todo lo que eso conlleva, el francés sabe mantener el orden en un vestuario tan difícil y con tantas estrellas y, hasta el momento, no se le conoce ninguna salida de tono con la prensa.

En esta final busca su quinto título en el banquillo del Madrid, el tercero esta temporada tras la Supercopa de Europa, el Mundial y la Liga, logrando, además, el soñado doblete. Si lo consigue, lo hará ante el que, señalan, es uno de los principales candidatos a sustiruirle en Chamartín. Para eso queda mucho, ya que Florentino cuenta con el francés: "Es el mejor entrenador del mundo", ha dicho de él el presidente.

Massimiliano Allegri, con cinco centrales combate y neutraliza a los rivales

"Allegri ha reconstruido y mejorado a esta Juventus", dijo Zidane hace una semana en rueda de prensa. Y es que Massimiliano Allegri ha logrado relanzar a la Juve hasta ser uno de los equipos más relevantes del panorama italiano y europeo. Bajo una faceta tímida, clásica y paciente propia de un exfutbolista reconvertido en técnico ha sabido amoldarse a la filosofía de los bianconeros.

Como jugador siempre había soñado con ser una estrella del AS Livorno, el equipo de su ciudad natal. No lo consiguió y entonces el exjugador y exentrenador Giovanni Galeone, al que considera su mentor, se cruzó en su camino: "Mi forma de ver el fútbol ahora es su mérito. Era muy imaginativo, tenían conceptos innovadores", declaró Allegri en 2014. De Galeone heredó su afán por controlar el centro del campo: el 3-5-2 es una de sus alineaciones más comunes para neutralizar al rival

En la Serie C2 y con el Aglianense, equipo donde colgó las botas, empezó su trayectoria en los banquillos. A partir de ahí, en 2008 ganó la Panchina d’Oro al mejor entrenador de tercera división y al año siguiente, ya en el Cagliari, volvió a ser nombrado mejor técnico, esta vez de primera división. En 2010 fue despedido, según muchos de manera injusta, y los mejores clubes se fijaron en él.

Uno de ellos fue el Milan, equipo con el que consiguió su primer scudetto en su primera temporada. Pero sus rifirrafes con algunos jugadores como Pirlo o Gatusso hicieron que en 2014 dejara a los rossoneri y, poco después la Juventus llamó a su puerta.

Antonio Conte había dejado el listón alto, renunció a la Vecchia Signora a cambio de la azzurra tras conseguir tres títulos de liga consecutivos y a Allegri se le presentó la oportunidad de dirigir al club rey del Calcio, con una cuenta pendiente: rendir en Europa. La incógnita fue: ¿cambiar el sistema o mantenerlo? Optó por lo segundo y supo modificar al equipo sin cambios drásticos, implantando su carácter defensivo dentro de un equipo goleador.

Consiguió en 2014/2015 su primer doblete (Serie A y Coppa Italia), pero perdió la final de Champions contra el todopoderoso Barcelona. Al año siguiente logró el mismo hito y este quiere más: un triplete para situar a su equipo a lo más alto.

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