Doble oportunidad para Javier Megías

  • El único ciclista español diabético emigra a EE UU, a un equipo que fomenta la investigación médica.
  • Se le diagnosticó la enfermedad cuando era cadete de primer año.
Javier Megías, en 2009, con los colores del Fuji-Servetto.
Javier Megías, en 2009, con los colores del Fuji-Servetto.
B. / Fuji-Servetto
Javier Megías, en 2009, con los colores del Fuji-Servetto.

Profesional desde 2006, y después de tres campañas enrolado en las estructuras ciclistas de Josean Fernández Matxin, Javier Megías (30 de septiembre de 1983) emigrará a Estados Unidos en 2010 gracias, quién lo diría, a la diabetes que se le diagnosticó cuando era cadete de primer año.

La culpable de aquel mesecito en el hospital, cuando los galenos no tenían claro qué le pasaba al hijo de Juan Manuel y Guadalupe, sin antecedentes familiares.

Su destino: el Team Type 1, una formación de la categoría continental que toma su nombre de uno de los tipos de diabetes existentes, apoyada por la industria farmacéutica y que promueve la investigación. "Soy el único ciclista profesional español diabético; y casi aseguro que de Europa", indica el del Torrejón de Ardoz (Madrid), que le explicaba a 20 minutos cómo el interés surgió en enero, mientras competía en el Tour Down Under de Australia.

"En la selección australiana competía un chaval de este equipo, Matthew Wilson; y cuando se enteró de que yo era diabético, habló con mi compañero Iván Domínguez, el cubano, que vive en Estados Unidos, le pidió mis datos y me llamaron para interesarse. Yo no tenía ni puñetera idea de que existía un equipo así, pero querían ficharme y han insistido mucho", recuerda.

Megías viajará en dos semanas al estado de Georgia (EE UU), donde vivirá durante la temporada en una casita en plenos Montes Apalaches. "Tengo muchas ganas y creo que va a ser una gran experiencia, aunque de inglés ando justo. Pero cuando te las ves jodidas, espabilas", sonríe.

Soluciones para la sociedad

Su fichaje por el Type 1 le permitirá probar los últimos avances médicos para combatir la diabetes, una enfermedad sin cura, y darlos a conocer a la sociedad. "En el brazo llevan un aparato que mide los niveles de glucosa de forma inmediata y también disponen de unos parches especiales de insulina", adelanta.

¿Y le ha provocado muchos problemas ser diabético y sus medicinas en una época donde el ciclismo está muy mal mirado? "Alguna vez sí he sentido miedo pese a llevar todos los permisos".

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