A malos resultados, despido del entrenador. Es una premisa que se repite de manera cíclica en cualquier liga del mundo y, especialmente, en la española. La paciencia casi nunca es una de las características de los dirigentes de nuestro país y son pocos los que confían en el técnico cuando llegan los resultados adversos.

Pero, ¿es echar al entrenador la solución a los problemas de un equipo? Repasemos cómo les ha ido a los equipos españoles que han decidido el cambio de técnico en mitad de la temporada:

Tras cuatro años exitosos como técnico periquito, un desastroso arranque de temporada acabó con la destitución de Mauricio Pochettino. Ni siquiera su buen bagaje anterior salvo el puesto del argentino, que apenas logró sacar 9 puntos en las primeras trece jornadas de Liga y abandonó el puesto con el equipo como colista.

Valoración: muy positiva. Javier Aguirre fue el sustito de Pochettino y su trayectoria está siendo intachable. De la última posición en la tabla a luchar por Europa en estas últimas jornadas ligueras.

Poco, muy poco tiempo se le dio al proyecto de Mauricio Pellegrini. El entrenador argentino, apuesta personal de Manuel Llorente, fue de la escasa paciencia del público de Mestalla. Ni siquiera el buen papel en Champions (clasificación para octavos como segundo de grupo tras el Bayern) ni seguir con vida en la Copa del Rey fue suficiente. El mal inicio en la Liga hizo que Pellegrino diera el paso a Valverde.

Valoración: regular. La era Valverde, por el momento, tiene más sombras que luces. Fue eliminado de la Champions ante el PSG, pero dando la cara. Ante el Madrid, plantó cara en la ida pero se desmoronó en la vuelta y cayó en la Copa. La mejora en Liga se antoja insuficiente. La Champions, el gran objetivo del club, está a dos puntos y ni siquiera la plaza europea está aún garantizada. La cuarta plaza daría el aprobado raspado a la temporada.

Lo sucedido esta temporada con el Deportivo de la Coruña es lo que piensan muchos presidentes de Primera que hay que hacer: destituir entrenadores hasta que llegue el 'técnico milagro' y salve al equipo.

José Luis Oltra se fue a a la calle tras un desastroso comienzo de temporada, dejando al equipo colista con solo 12 puntos en 17 jornadas. La solución fue Domingos Paciencia, un técnico de buen bagaje en Portugal pero que fue un desastre en el equipo gallego, al que dejó en el mismo puesto, colista, pero con la salvación mucho más lejos.

A la desesperada, Lendoiro apostó por Fernando Vázquez, gran conocedor del fútbol español y con una trayectoria con varios éxitos pero también muchos fracasos.

Valoración: muy positiva. Aunque hayan sido necesarios dos cambios de entrenador, el Depor por fin ha conseguido salir de la zona de descenso, algo que parecía un imposible hace apenas unas jornadas. Cuatro victorias consecutivas han obrado el milagro y ahora solo falta rematar el buen trabajo de Vázquez consiguiendo la salvación definitiva. El equipo es ahora 16º, pero el descenso está a solo dos puntos.

Míchel fue sustituido Emery después de que el equipo, 12º en Liga, no acabara de arrancar. Acababa de terminar la primera vuelta y el equipo sevillista no transmitía buenas sensaciones. El equipo seguía disputando la Copa del Rey.

Valoración: regular. Con la llegada de Emery, apenas ha cambiado la situación del equipo. Se muestra un equipo casi intratable en su estadio, pero fuera del Pizjuán los resultados son desastrosos. El equipo es 11º en la clasificación y, pese a que el objetivo europeo aún es posible, a un equipo con la plantilla que tiene el Sevilla se le debe exigir mucho más. Además, el equipo cayó bajo sus órdenes en la Copa ante un Atlético superior.

Anquela fue destituido como entrenador nazarí cuando el equipo estaba fuera de puestos de descenso, 17º, y con dos puntos de ventaja sobre la zona roja de la clasificación. Extraña decisión en un equipo cuyo objetivo es la salvación y que sabe que, salvo milagro, el sufrimiento va a ser hasta la última jornada. Anquela estaba cumpliendo el objetivo, pero fue sustituido por Lucas Alcaraz.

Valoración: igual que su antecesor, aceptable. De la misma manera que la labor de Anquela fue aceptable, así cabe calificar la labor de Alcaraz. El equipo está en el mismo puesto en el que lo cogió, uno por encima del descenso, aunque con un solo punto de ventaja.

El conjunto balear empezó la temporada como una de las revelaciones del campeonato. 11 puntos de 15 posibles hicieron soñar a la afición mallorquinista con una temporada plácida o, incluso, con objetivos mayores. Pero las lesiones se cebaron con el Mallorca y los malos resultados cayeron uno detrás de otro. Una mala racha al inicio de la segunda vuelta, con cuatro derrotas consecutivos, acabó con el cambio de Joaquín Caparrós por Goyo Manzano.

Valoración: regular. Manzano no ha conseguido sacar al equipo de la zona de descenso y el equipo es 17º, la misma posición en la que lo dejó Caparros. Eso sí, la salvación está a apenas un punto y con un partido menos.

Los resultados no acompañaron el buen juego del Celta de Paco Herrera. Una de las sorpresas al inicio de temporada, la mala fortuna le impidió coger un colchón suficiente para afrontar con calma el resto de la temporada. Cuando llegaron los resultados adversos, la directiva no tuvo dudas y ni el ascenso el año anterior ni el gran arranque de campaña salvaron al técnico. Abel Resino fue nombrado su sucesor, cogiendo al equipo antepenúltimo a cuatro puntos del descenso.

Valoración: negativa. El equipo es ahora colista y está en una mala racha de 5 derrotas y un empate en los últimos 6 partidos. Eso sí, la salvación, a solo cinco puntos (y con un partido menos), aún es posible.