París, un poquito más cerca

Quién le iba a decir al Barça que dejaría casi sentenciada la eliminatoria ante el Milan (0-1) en San Siro y realizando uno de sus peores partidos de la temporada. El francés Giuly, relegado a la suplencia primero por Messi y luego por Larsson, tuvo su recompensa al trabajo con un golazo que celebró con rabia.
Puyol, iniesta y Eto'o felicitan a Giuly por su gol (REUTERS)
Puyol, iniesta y Eto'o felicitan a Giuly por su gol (REUTERS)
Agencias
Puyol, iniesta y Eto'o felicitan a Giuly por su gol (REUTERS)

El Barça fue menos Barça y más Milan.

Los de Rijkaard renunciaron a su fútbol para imitar un conservadurismo italiano que a punto estuvo de costarle caro.

Pero así es el fútbol. El conjunto blaugrana, en uno de sus peores partidos del año, supo aguantar las acometidas de Shevchenko y Gilardino –absolutamente gafado-, acalló San Siro a la contra con un tanto de Giuly y tuvo tiempo para que Ronaldinho desperdiciara la ocasión de dejar la eliminatoria vista para sentencia.

El partido, feo y excesivamente combativo, tuvo 45 minutos para cada equipo, aunque sin alardes por parte de ninguno de ellos.

El Milan, llevado en volandas por su público, dominó en el primer acto y obligó a lucirse a Valdés, pero el gol azulgrana le noqueó de tal modo que acabó entregando la pelota a los de Rijkaard en el segundo período.

Iniesta, el mejor

El miedo a cometer errores y el respeto que se tienen ambos equipos convertieron el juego en una película de suspense en el que sólo un majestuoso Iniesta no esperó hasta el final para dar la cara.

El manchego manejó con madurez el centro del campo culé tras el 0-1 -cuando el equipo más lo necesitaba-, neutralizando la reacción "rossonera".

Y fue el mejor porque la noche era de complejos y estrellas apagadas.

Ronaldinho y Kaká, designados para poner la magia sobre el césped, apenas aparecieron en un asalto de semifinales de Champions en el que, como en un combate de boxeo, ambos equipos parecían más preocupados de no besar la lona que de imponer su ley.

Con su victoria, el F.C. Barcelona da un golpe sobre la mesa, pone medio pie en la final de París y vuelve a soñar con una final de Copa de Europa 14 años después de la machada de Wembley.

NOTICIAS RELACIONADAS:

Mostrar comentarios

Códigos Descuento