Ausentes Marta Domínguez, Mayte Martínez y Juan Carlos Higuero, la 45.ª edición de los Nacionales en pista cubierta de Sevilla trajo al primer plano a atletas hasta ahora poco conocidos: el juvenil Gavaldá se impuso en los 200 m (21.37), Sancho quedó segundo en altura (2,21 m) y Murillo venció en los 60 m (7.37). Sin olvidar a Borja Vivas (peso), Luis Alberto Marco (800 m), David Bustos (800 m) o Alfonso Palomanes (triple salto).

El saltador valenciano (24-04-1990) sólo lleva tres años en el mundo del atletismo. La primera semana de marzo competirá, con 18 años, en los Europeos bajo techo de Turín.

Pisan fuerte los jóvenes.

Después de los Juegos de Pekín se criticó mucho al atletismo español, pero se ha demostrado que hay gente detrás. Es bueno que haya renovación.

El prototipo de saltador de altura que mide casi 2 metros queda obsoleto con usted.

Yo mido 1,80. Es un error vincular el físico con las marcas. Lo que me falta de cuerpo lo compenso con el salto.

¿Tiene fama de bromista?

Intento competir relajado y disfrutar de la competición. Si puedo, me voy a hablar con otros atletas.

¿Compagina bien atletismo y Psicología?

Estoy en 1.º, pero es difícil porque, si tengo una hora libre, estudio y no siempre puedo desconectar.

¿Es cierto que sólo lleva tres años en atletismo?

Sí, antes me dedicaba a hacer mates de baloncesto con mis amigos porque saltaba con mucha facilidad.

¿Qué le faltó para ganar a Javier Bermejo?

Nunca se sabe si podría haberle ganado, pero competí con bronquitis. Estuve toda la semana con 39º de fiebre y tomando antibióticos.

El 28 de febrero cumplirá su primer mes como española. Natural de la ciudad colombiana de Carepa (22-05-1081) está casada con Luis Perea, del Atlético. Tienen dos hijos: Juan y Daniel.

Usted rompe el tabú de que no se puede competir siendo madre.

Lo que más cuesta es volver a competir. El cuerpo se adapta a la buena vida, pero yo he ido mejorando mis marcas al ser madre.

De padres deportistas, saldrán hijos deportistas, ¿no?

Mis hijos están locos por el fútbol. El mayor, Juan David (7 años), quiere ser delantero. Y el menor, Daniel, portero.

¿Quién gana en una carrera entre su marido y usted?

No lo sé. Estamos ahí, muy igualados. Habría que decidirlo con foto finish.

¿Cómo está Perea después del encontronazo ante el Sevilla?

Mejor, pero sigue mareado y con un ojo hinchado. Ayer estuvimos dando un paseo.

¿Qué tal lleva la carrera de Empresariales?

Estoy en 2.º y estamos preparando un proyecto de un restaurante de comida sana.

¿Es menos peligroso Colombia ahora?

Desde que está el nuevo presidente (Álvaro Uribe), sí.

Dedicó su triunfo en los 60 m a Dios...

Somos una familia muy religiosa. Cada domingo vamos a misa.

El rey del 200 m estudia 4º de la ESO en Zaragoza, nació el 5 de noviembre de 1992 y sus padres destacaron en pruebas de velocidad: Ángel Gavaldá -es su técnico-, y Ana Pina.

Con su 21.37 ha fijado en Sevilla un nuevo récord nacional júnior y juvenil bajo techo en el 200 m...

Soy el primer sorprendido, más por esta marca que por el primer puesto.

Y con su edad, 16 años, es altísimo el margen de progresión que se le intuye.

Sí, pero físicamente aún tengo que desarrollarme más; de hecho aún no trabajo con pesas.

¿Qué destacaría de usted?

Psicológicamente soy fuerte; antes de la competición no me pongo nervioso.

Su trabajo será diferente al de atletas más veteranos...

Mis entrenamientos están más controlados y yo sigo las pautas que me marcan. Pero no me mato, ni mucho menos.

¿Cómo compagina su vida de estudiante con la competición?

Lo llevo bien. El colegio Sagrada Familia me da muchas facilidades para cambiar los exámenes de fecha o faltar un día por las necesidades.

¿Y la adolescencia con el atletismo?

Aunque no soy de trasnochar mucho, y menos cuando hay objetivos por delante, suelo salir con gente vinculada al atletismo.