El Atlético de Madrid se proclama supercampeón de España tras derrotar al Real Madrid por 1-0

  • El croata Mario Mandzukic marcó el único gol del encuentro en el minuto dos.
  • El árbitro expulsó a Simeone por protestar en el primer tiempo.
  • James, el mejor de un Madrid en el que Cristiano jugó sólo el segundo tiempo.
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Los jugadores del Atleti y sus familiares celebran la victoria en la Supercopa de España.
Los jugadores del Atleti y sus familiares celebran la victoria en la Supercopa de España.
EFE
Los jugadores del Atleti y sus familiares celebran la victoria en la Supercopa de España.

El Atlético de Madrid se proclamó este viernes supercampeón de España tras derrotar al Real Madrid en el Vicente Calderón por 1-0. El único tanto del encuentro lo convirtió el croata Mario Mandzukic en el minuto dos de partido. Los colchoneros fueron mejores durante el partido y el Real Madrid no pudo empatar. Diego Pablo Simeone, técnico rojiblanco, fue expulsado en el primer tiempo por protestar. En la segunda parte, el centrocampista del Madrid Luka Modric también se fue a los vestuarios por dos amarillas.

El Atlético de Madrid salió como un huracán. Apenas pasados unos segundos, Mandzukic condujo un ataque que Varane desbarató. Pero cuando se iban a cumplir los dos minutos de partido, el Atleti logró ya su objetivo. La jugada es tan antigua como el mismo fútbol: saque larguísimo de Moyá, prolonga de cabeza Griezmann y Mandzukic recoge el balón, gana por velocidad a la defensa blanca y cruza a gol ante Casillas.

La tormenta perfecta del Atleti, sin ningún alarde técnico pero sublimando el fútbol de la época victoriana (pase largo y tiro a puerta), consiguió que el Madrid tardara unos buenos minutos en sacudirse el acoso de los locales. Durante el primer tiempo, todas las jugadas de ataque del Madrid tuvieron un protagonista: James Rodríguez. Al colombiano no le pudo la presión y siempre llevó peligro, aunque sin ocasiones claras.

El Atleti dio su típico paso atrás al verse por delante en el marcador, pero el Madrid, que dominaba la posesión claramente, no tenía ocasiones netas. Además, los de Simeone recurrieron a las faltas (ninguna dura) y a las interrupciones para sostener el encuentro. La revolución llegó cuando, en el minuto 26, Simeone fue expulsado.

Juanfran había sufrido un corte en el labio y Borbalán lo obligó a salir fuera. En esa inferioridad, el Madrid tuvo una doble ocasión muy clara y el técnico bonaerense montó en cólera. Fue expulsado y en su camino hacia la grada, se dirigió al fondo sur del Calderón para arengar a sus fieles.

Sin Simeone en la zona técnica, el partido se calmó, y el Madrid tuvo dos ocasiones claras: una de James, de cabeza, y otra de Bale, que disparó cruzado. No fue el mejor partido del galés con la camiseta blanca. Las armas del Atleti estaban claras: balón parado, siempre con peligro, y firmeza atrás.

Entra Cristiano

Cristiano Ronaldo salió en el segundo tiempo por Toni Kroos, que no había hecho un gran primer tiempo. El portugués empezó fuerte, pero se diluyó pronto. No encaró y no creó peligro. El Atleti se dio cuenta de que con muy poco, podía llegar a las inmediaciones de Casillas. De hecho, a los cuatro minutos del segundo tiempo un tiro de Raúl García dio en el larguero y botó por unos milímetros fuera. El navarro, por cierto, fue junto a un Mandzukic que no paró de correr, el mejor del Atleti. Del Bosque estaba en la grada. Que no sorprenda ver al 8 del Atleti en la próxima convocatoria de la selección.

El Atleti tenía más la pelota, como si fuera él que perdiera, y atacaba con más peligro. Al Madrid se le pasó por la cabeza que esto podría valerle, habida cuenta de que arriba tenía a dos bólidos como Cristiano y Bale. También se dio cuenta de ello Simeone, que desde la grada (pero muy cerca del banquillo), pedía a los suyos que se replegaran. Pero el Madrid no tenía su día.

Los minutos fueron pasando y parecía que al Madrid le quedaba la opción del minuto 93, como en la final de Champions. De hecho, en ese minuto Carvajal se sacó un centro que casi remata el propio Ramos, pero fue un espejismo. Este Madrid no merecía empatar y el Atleti, por fin, rompe otra de las maldiciones: la de Casillas, puesto que nunca había ganado a su eterno rival con el mostoleño en la puerta. Las cosas vuelven a ser como antes. Y los colchoneros lo celebran.

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