Acaba ya la temporada de Fórmula 1, Fernando Alonso descansa en Oviedo pensando en su futuro. Sin embargo, en la entrevista que ha concedido a la revista ‘Racing Line’, la publicación oficial de McLaren, ha preferido hablar de otras cosas: aficiones, amistades sueños e incluso amor.

"Si no fuera piloto de Fórmula 1, me hubiera gustado ser ciclista profesional. Anduve mucho cuando era pequeño y siempre lo he seguido por televisión", apuntaba el piloto asturiano.

Otro de sus hobbies son los coches teledirigidos: "Tengo siete u ocho. A algunos amigos también les gustan y nos juntamos para hacer carreras. También me gustan los aviones por control remoto, pero no tengo ninguno porque no sé manejarlos", afirma.

"Compro en el supermercado"

También le preguntaban cómo se ve como persona: "Trato de disfrutar la vida con cosas normales. Salgo a cenar, voy al cine, veo la tele y compro en el supermercado", afirma.

Su pareja sentimental, Raquel del Rosario

Habitualmente no suele hacer declaraciones sobre su pareja, pero esta vez Alonso hizo una excepción cuando le preguntaron si alguna vez quedó impactado por ver a un famoso: "Estaba muy nervioso antes de verla, hace dos años y medio. Cuando llegó el momento no sabíamos qué hacer ni de qué hablar. No sé si era porque me gustaba mucho o porque estaba impactado por conocer a otro famoso. Creo que fue lo primero. Esa fue la última vez que me pasó algo así", apunta.

Incluso también contó cuál fue su último regalo de cumpleaños, "un 'jukebox' (máquina de música) que tenía mis canciones favoritas", y el "poder mágico" que le gustaría tener: "ser invisible".

"Me divertiría mucho gastando bromas a mis amigos y también me ayudaría cuando salgo", apunta.

En el desenfadado cuestionario también podemos descubrir otras cosas de Fernando Alonso: un lugar que le gustaría visitar ("Laponia"), su grupo de música favorito ("Red Hot Chilli Peppers"), su juego de cartas ("la escoba") o cuándo lloró de risa la última vez ("viendo Cámera Café").

La entrevista no era nada usual, incluso le preguntaron cómo se las arregla uno cuando pilota resfriado y tiene que estornudar: "No suelo coger resfriados, pero no me impediría conducir porque cuando cierras la visera del casco te olvidas de todo lo demás. Y no, nunca he estornudado con el casco puesto", afirma.