Los aficionados llegaron a la capital andaluza desde muchos de los pueblos de los alrededores e incluso hasta de Ciudad Real y Albacete.

"Venimos de Villanueva de San Juan, a 100 km de Sevilla. Sólo escuchamos el ruido del motor. Nos vamos a un bar a ver la exhibición fresquitos", dice a 20 Minutos, Francisco Armayones.

Como él, muchos seguidores del asturiano se volvieron a casa sin poder ver al asturiano.

Sevilla colapsada

A las seis de la mañana ya había familias cogiendo sitio en primera línea del recorrido. Y a las 10 h., ya no cabía un alfiler. Los accesos a las avenidas se colapsaron.

Muchos espectadores, muy despistados por la falta de señalización, llegaron hasta aburrirse de caminar.

Las altas medidas de seguridad que rodearon al evento les obligaron a dar grandes vueltas por la ciudad hasta poder situarse en algún punto de los más de 1.250 metros donde el Campeón de la Fórmula 1 deleitó con trompos, derrapes y velocidad al límite.

Faltó señalización, avituallamiento para hacer frente al calor y, sobre todo, gradas a lo largo del recorrido.

Sólo había en la zona VIPS. Además, falló una de las pantallas instaladas en la Glorieta de México. Los dispositivos sanitarios atendieron hasta 100 lipotimias.

Sin duda, Alonso paralizó la capital andaluza.

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