El español Fernando Alonso (McLaren-Mercedes) declaró en el Nürburgring, escenario este fin de semana de la décima prueba del Mundial de Fórmula Uno, que se mantiene al margen del caso de supuesto espionaje que ha salpicado a su equipo, y que él dedica el cien por cien de su tiempo a tratar de ganar el título.

"Tampoco le he preguntado al equipo porque yo no soy muy técnico como para entender todo lo que pasa dentro de la escudería. Lo he seguido desde un segundo plano y sin ninguna preocupación. Los pilotos no tenemos nada que hacer ni deshacer. Yo ni entro ni salgo. Lo que decidan el miércoles bien dicho estará".

"Durante la semana previa a cada gran premio intento estar en contacto con el ingeniero para conseguir unos buenos reglajes en el coche. Lo que hago es tratar de llegar bien preparado a las carreras y hacerlo lo mejor posible para tratar de ganar el campeonato del mundo. A eso es a lo que dedico el cien por cien de mi tiempo porque lo que quiero es ganar el Mundial", agregó Alonso.

Al analizar su situación deportiva actual, en la que marcha segundo en el Mundial de pilotos a 12 puntos del líder, su compañero de equipo, el británico Lewis Hamilton, Alonso dijo: "Me siento cómodo con el coche, mucho más que en las primeras carreras. Afronto la segunda parte de la temporada mucho más preparado que la primera, cada fin de semana conociendo más o menos perfectamente el coche y sabiendo cómo afrontar las carreras".

Alonso no hace cálculos para saber lo que debe hacer en lo que queda de campeonato: "No se puede hacer cálculo alguno porque las carreras son impredecibles y cada fin de semana vemos alguna sorpresa. Hay cuatro coches por encima del resto y sólo tres pueden entrar en el podio. El único cálculo que hago es intentar estar siempre en el podio".

Juntos, pero no revueltos

Los dos pilotos del equipo McLaren-Mercedes, el español Fernando Alonso y el británico Lewis Hamilton, recorrieron juntos parte del antiguo circuito de Nürburg, el legendario Nordschleife, de 22,8 kms., turnándose al volante de un Mercedes S/SSK Bitsa, el coche con el que en 1927 el italiano Rudolf Caracciola ganó la primera carrera disputada en dicho trazado.

Bajo una intensa lluvia, Alonso y Hamilton se sentaron juntos en el habitáculo de dicho vehículo. El británico fue el primero en guiarlo, para luego sentarse como copiloto del bicampeón mundial. Cada uno recorrió alrededor de un kilómetro.

"No sé cómo lo hacían... Es un coche bastante difícil de conducir. Seguro que eran carreras muy interesantes. Desde luego a mí me gustan más los coches de ahora", dijo Alonso poco después de conducir el histórico coche.