Una de las mejores imágenes del recién terminado Mundial de Rugby de Inglaterra 2015 llegó al final del mismo. Los 'All Blacks' de Nueva Zelanda estaban celebrando sobre el césped de Twickenham su triunfo en la final ante Australia cuando un niño llamado Charlie saltó de las gradas para abrazar a sus ídolos.
Un miembro del equipo de seguridad le hizo un placaje para evitar que se acercara a los jugadores, pero uno de ellos Sonny Bill Williams, le dijo al 'steward' que dejara que el pequeño se acercara. Y no sólo eso.
Williams abrazó al chico, lo acompañó a su asiento y de manera totalmente sorprendente, le regaló la medalla de oro que colgaba de su cuello, dejando en el pequeño Charlie una cara de indescriptible emoción.
Después, Williams explicó su decisión en Twitter: "Un niño que tiene esa voluntad y asume ese riesgo, merece una medalla. Disfrútala, tío".
For a kid 2 have that will and take that risk, you deserve a medal. Enjoy bro https://t.co/M0hyD7btdl
— Sonny Bill Williams (@SonnyBWilliams) octubre 31, 2015
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