Unos 35.000 aficionados (más de 16.000 del Madrid y otros tanto del Atlético) invaden ya Milán para presenciar en directo en el estadio de San Siro la segunda final de Champions en tres años de los dos equipos madrileños.

Eso, los que tienen entrada, porque los hay también que van sin ella para disfrutar del ambiente que se vive de cara al partido. Con las maletas –o simplemente con una mochila al hombro– cargadas de ilusión, las hinchadas ponen rumbo a la capital italiana por distintas vías, pero con un mismo deseo: ver a su equipo levantar la Undécima y la Primera, respectivamente.

Allí les espera un ambiente alegre para vivir una auténtica fiesta de hermanamiento como la de hace dos años en Lisboa. Cierto es que ahora las ganas de revancha de los Atléticos no las había en 2014, pero eso no empaña la gran fiesta del fútbol madrileño que, esta vez, tiene su sede en la gran capital italiana.

La Fan Zone del Atlético está situada en la Plaza Duca D'Aosta. 9 kilómetros la separan de San Siro, por lo que el camino al estadio será, previsiblemente, en metro; por su parte, la Fan Zone del Real Madrid está situada en la Vía del Burchiello esquina con Vía Mario Pagano. A 4,5 kilómetros del estadio, por lo que el paseo a pie es más accesible que para los aficionados del club rojiblanco.

Antes de emprender el viaje, 20minutos habla con los aficionados para pulsar las sensaciones ante la gran final de Milán.

La de Milán será la quinta final para Antonio, un madrileño que pertenece a la Peña Madridista La Gran Familia. Como él, casi 400 de esata peña, al igual que de otras muchas, viajarán a la capital italiana para acompañar a su Real en el último escollo hacia la Undécima.

"Normalmente viajamos en grupo y tenemos una bandera propia, con la que nos fotografiamos junto a algún monumento representativo para que quede para el recuerdo. En esta ocasión, a Milan vamos casi 400, de 1000 y pico socios que somos en la peña. Muchos no tienen entradas y ni siquiera son socios de la peña, pero se han apuntado para pasarlo bien, estar en la Fan Zone de Milán".

Un buen número de aficionados que solo es posible gracias a la ilusión y a una buena planificación. "Unos que vamos el viernes, como es mi caso, y otros el sábado. Hemos cogido el hotel con tiempo".

En la afición del Madrid, no por tener más experiencia en estas lides europeas, hay menos nervios. "Desde hace muchos días, tengo el gusanillo de los nervios de cara a la final", comenta el hincha, que vivirá su cuarta final continental en directo. "He tenido la suerte de estar en las cuatro finales recientes de Champions y cada una es especial. La primera (contra la Juventus en Amsterdam en 1998) fue la más emocionante para mí, porque nunca había visto al Madrid campeón de Copa. También la última, por la forma en la que le ganamos al Atlético".

Eso fue hace dos años. Y, lo que parecía impensable, se vuelve a repetir este sábado. "Que sea el Atlético es especial. La ilusión de ganarla es la misma que contra cualquier otro equipo, pero si la pierdes no es igual, por lo que conlleva ser vecinos. En cualquier caso, para el fútbol madrileño, como madrileño que soy, me agrada que sea el Atlético el rival. Eso sí, no lo quería en la final porque creo que es un equipo muy difícil de ganar", afirma el hincha.

Por eso no se atreve a dar un resultado. "No me gusta pronosticar pero espero que ganemos nosotros. Me da igual que fuera 1-0 y en el 93...", comenta con cierta sorna el aficionado merengue. "Confío en el Madrid porque en la Champions se transforma y la línea que ha llevado es muy positiva". Pero el camino hacía esta final, comentan, ha sido sencillo. "¿Rivales fáciles? Los sorteos son lo que son", sentencia Antonio.

Siempre se ha dicho que ser colchonero es algo muy especial. Pero, ¿y ser del Real Madrid? "Tengo muy oído lo del Atleti, que es un sentimiento, pero yo pienso que todo el que es de un equipo es porque lo siente. En mi caso, porque mi padre, que falleció hace un par de años y justo antes le dieorn la insignia de oro y brillantes del club, era socio del Madrid de toda la vida y eso es lo que he vivido en casa. Me apasasiona el fútbol y me apasiona el Madrid. Pero no soy un forofo ultra, sé reconocer cuando juega mal el Madrid", comenta Antonio.

Con ese minuto 93 clavado a fuego y atormentando como si hubiese sido ayer, la afición del Atlético invadirá Milán para vivir una nueva final de la máxima competición europea frente a un viejo 'enemigo', su vecino Real Madrid.

"Hay que saber aguantar mucho, porque lo que nos pasó fue muy cruel", cuenta Ángel, aficionado rojiblanco que aún no sabe si irá a Milán. Este colchonero, que regenta un bar en Fuenlabrada, mira al cielo optimista. "Unos se van en caravana, otros en coche, algunos en avión... y otros estamos esperando a que llueva para ir. Si lo hace, me voy a Milán; si no, no podré ir, porque a la terraza del bar viene mucha gente y habrá mucho trabajo. Ojalá que llueva y me voy. En avión o en lo que sea, pero aquí hay uno que se va ese mismo sábado a Milán".

Ángel pertenece a la Peña Atlética La Avanzada, que estará presente en la final, igual que lo ha estado en otras, tanto de la Europa League como de Champions, en Lisboa. "El sentimiento que tenemos los rojiblancos es de mucha ilusión, porque nos ha tocado el rival soñado. No por recuperar lo perdido, sino por dejar las cosas en su sitio. Lo del minuto 93 no se puede recuperar ya, lamentablemente. Ajustamos cuentas con lo de Múnich 74 y ahora queremos hacerlo con lo de Lisboa 2014.

Se desprende un cierto aroma de revancha, aunque sana. "En la final de Lisboa, pensamos: 'para una vez que llegamos, nos tiene que tocar el Madrid'; en esta sí deseábamos al Madrid", dice firme el colchonero. "Ganaremos 0-2. Esta final es la que genera mucha ilusión. Vemos que se puede. Las cosas se están haciendo muy bien, ha vuelto Torres, el Madrid está menos obsesionado que con la Décima...".

Para Ángel no hay nada más especial que ser del Atleti. "Es, como dicen, un sentimiento, es ser feliz con uno mismo, orgulloso de pertenecer a esta gran familia atlético y sentirse identificado en todo momento con estos valores reales que tiene esta vida de lucha- Que no te regalen nada, entrega, pasión, corazón en todo momento. Ya te digo, un estilo de vida real, como la vida misma. Soy del Atlético porque me identifico totalmente con sus valores".