Un puerto cerca de la meta siempre es una invitación a la apertura de las opciones de victoria parcial y la generación de incertidumbres entre los favoritos. De camino a Cangas do Morrazo, 19.ª etapa de la Vuelta, el Monte Faro, a 16 kilómetros del final, agitó un final de etapa que resultó muy movido, y también tenso por el riesgo de las caídas (y por el susto que dio el italiano Dario Cataldo, del Sky) y ensalzó a un ciclista como Adam Hansen. El australiano afincando en la República Checa del Lotto-Belisol, que en esta Vuelta anda afrontando su décima carrera de tres semanas consecutiva (y de momento ha finalizado todas),  vio su oportunidad a unos cuatro kilómetros del final, tras un repecho tan duro como desapercibido en los perfiles.

Demarró Hansen y voló hacia la meta de Cangas, consolidando diez segundos sobre un pelotón muy reducido donde los ciclistas del Giant-Shimano, sustituidos durante el tránsito por el puerto y los repechos por el Sky, intentaron hacerle el mejor trabajo posible a Jon Degenkolb. El alemán, cuatro etapas en esta Vuelta y jersey verde de los puntos, pasó el puerto y dio un aviso de los derroteros clasicómanos por los que puede ir su carrera en un futuro cercano ante su coexistencia pacífica con su compatriota Marcel Kittel.

Que las fugas tendrían mucho que decir lo esbozaron los numerosos intentos que deparó el arranque del día, o la apuesta de Mangel-Poels y Ligthart,  o el mazazo del kazajo Lutsenko (Astaná)  que le permitió subir y bajar en solitario el Monte Faro  siempre con entre 8 y 10 segundos. Y eso que en el descenso el asturiano Samuel Sánchez (BMC) se lanzó a por él, aunque no fue capaz de reducir la renta. El bretón Warren Barguil, un top-ten en esta Vuelta, se pondría el mono de trabajo a favor de Degenkolb, pero aparecería Hansen para frustrarle la inversión de fuerzas. Hansen, que enfila su tercera temporada corriendo y acabando Giro, Tour y Vuelta, toda una lección de fondo y de gestión de la resistencia, sumó en suelo gallego su segunda victoria en una gran Vuelta tras la que concretó en un día de perros en el Giro 2013 camino de Pescara.

Y la general, sin cambios. Aunque con sustos. “He librado una caída increíble de un corredor del Sky que se ha pasado en la curva [Dario Cataldo]. No sé ni cómo he conseguido rectificar la bicicleta tres o cuatro veces para evitar la caída”, comentaba un Alberto Contador que este sábado tiene por delante el día más importante en la defensa de su jersey rojo. El Puerto de Ancares, que se afronta por la vertiente de Pan do Zarco, reiniciará el pulso entre el madrileño, Chris Froome, Alejandro Valverde, Purito Rodríguez y Fabio Aru.