Aaron Hernández, exeestrella de la NFL (la liga estadonidense de fútbol americano) ha sido este miércoles hallado culpable de asesinato premeditado por matar a un hombre cerca de su casa, para coronar la caída en desgracia de un jugador que llegó a tener un contrato por 40 millones de dólares.

El delito de asesinato premeditado por el que ha sido condenado conlleva una pena obligatoria de cadena perpetua, sin derecho a libertad condicional.

El ex tight end de los New England Patriots fue hallado culpable por el homicidio de Odin Lloyd el 17 de junio de 2013. Lloyd, de 27 años, era un jardinero y jugador de fútbol americano semiprofesional que salía con la hermana de la prometida de Hernández.

Por motivos que nunca han quedado claros, Lloyd fue asesinado de seis balazos en una zona industrial cerca de la casa de Hernández, en North Attleborough.

La policía sospechó de Hernández casi de inmediato, porque en un bolsillo de Lloyd encontraron la llave de un vehículo alquilado por el jugador de la NFL. Horas después de su arresto, los Patriots despidieron al tight end, qe estaba considerado como uno de los mejores jugadores en su posición en la NFL.

La fiscalía presentó también cargos de homicidio contra dos amigos del jugador, Carlos Ortiz y Ernest Wallace, a los que acusaba de haber ido a buscar a la víctima a su casa y luego llevarlo a un área industrial de Dorchester (Massachusetts), donde perdió la vida como consecuencia de los disparos que recibió.

Aunque la defensa alegó que las pruebas sólo eran circunstanciales y trató de culpar a Ortiz y Wallace de los disparos, el vídeo de vigilancia en la casa de Hernández poco antes de los disparos con un arma de fuego, y las muestras de ADN de Hernández encontradas en el cuerpo de Lloyd, dieron solidez a la acusación.

Aún así, la fiscalía aún no ha podido argumentar con firmeza cuál pudo ser el móvil del asesinato.