Cuando Roma se convirtió en la ciudad del alma romántica

  • La exposición 'Ciudad del alma' muestra el arte de entre 1770 y 1870, cuando la ciudad pasó de ser estado papal a capital de una nación moderna.
  • Dibujos y grabados de Piranesi y Turner, manuscritos de Keats, planos, fotos y materiales de archivo muestran el impacto romano sobre el idealismo romántico.
  • Mapa interactivo con un paseo histórico por la esencia de Roma.
Óleo de Corot del Arco de Constantino y el Foro romanos
Óleo de Corot del Arco de Constantino y el Foro romanos
The Frick Collection, New York © The Frick Collection
Óleo de Corot del Arco de Constantino y el Foro romanos

La revolución romántica de finales del siglo XVIII proclamaba la belleza de la obra imperfecta, inacabada y abierta frente a la obra perfecta, concluida y cerrada. Fue una reacción contra la ilustración y su fundamento en exclusiva racionalista y se extendió por toda Europa desde Inglaterra y Alemania, focos a partir de los cuales los pintores y poetas románticos se multiplicaron en una búsqueda constante de la libertad auténtica, basada en los sentimientos.

La ciudad que se convirtió en musa del movimiento fue Roma, un lugar de ruinas y cualidades eternas a la que Garibaldi, que sería líder de la unificación de Italia, llamó "el mayor teatro del mundo". La exposición temática City of the Soul: Rome and the Romantics (Ciudad del alma: Roma y los románticos), en el Museo Morgan de Nueva York desde el 17 de junio al 11 de septiembre, presenta las huellas artísticas de entre 1770 y 1870, años entre los que suele situarse la eclosión del romanticismo y Roma fue testigo de la más dramática transformación de su historia, desde estado papal a capital de una nación moderna y unificada.

Pintores, escritores, fotógrafos...

Los cien que años que abarca la muestra atrajeron a Roma a pintores como Jean-Baptiste-Camille Corot y J. M. W. Turner, escritores como John Keats y Nathaniel Hawthorne y un grupo de pioneros de la fotografía. La intención de todos era documentar los lugares de interés histórico y monumentos de la ciudad en medio de un proyecto de renovación urbana radical. El museo organizador ha lanzado un mapa interactivo que permite consultar en línea la historia de 14 de estos enclaves, desde el Coliseo y la Fontana di Trevi hasta Villa Borghese y San Pedro.

Con una gran variedad de piezas en pintura, grabados, dibujos, manuscritos, planos, fotos, libros y otro material de archivo, la exposición demuestra la necesidad urgente de edificios gubernativos y vías de comunicación para la nueva condición capitalina de la ciudad, la abundancia de restos arquitectónicos de épocas pretéritas —"las ruinas han llenado mi espíritu con imágenes", escribió a un amigo Piranessi, precursor de la arquitectura moderna— y la "seducción" de estos panoramas opuestos en los que interactuaban con el visitante las "capas de historia" romanas.

La rapidez de los cambios 

"Hoy estamos fascinados por la rapidez con que cambian las ciudades y cómo algunos barrios atraviesan un ciclo de desarrollo y destrucción que parece ocurrir del día a la noche", declara el director del Morgan, Colin B. Bailey. "Ciudad del Alma nos lleva a un momento similar en una de las grandes ciudades del mundo, Roma, visto desde el punto de vista de artistas, escritores y fotógrafos".

Con el interés añadido y casual de la batalla por el poder municipal que se desarrolla en la capital italiana, donde la candidata indignada del Movimiento Cinco Estrellas, Virginia Raggi, ganó la primera vuelta electoral tras el escándalo de corrupción y tramas mafiosas que acabó con dirigentes locales en la cárcel, la exposición incluye obras que hacen visible la historia de la ciudad.

Turner dibuja San Pedro

En una delicada acuarela, Turner emplea lavados casi transparentes para capturar la imponente atmósfera de la cúpula de Miguel Ángel en la titánica basílica de San Pedro, muy criticada en el siglo XIX por su colosalismo, mientras dibuja a los peregrinos como minúsculas figuras. La Piazza di Spagna y las escalinatas que conducen a la iglesia de la Trinità dei Monti aparecen en una foto de 1856, centro habitual de reunión de artistas y bohemios, entre ellos el poeta John Keats, una de las grandes figuras del romanticismo inglés, inquilino de una casa con vistas a la plaza y de quien se exponen libros y manuscritos.

El pintor francés Corot, de quien puede verse el óleo El Arco de Constantino y el Foro (1843), comparte ciertas preocupaciones con los primeros fotógrafos, incluyendo la manipulación del contraste y la fusión de la solidez con el espacio intangible y atmosférico. Los jardines de la Villa Borghese, situados a las afueras de la muralla Aureliana, eran uno de los emplazamientos favoritos para los paisajistas del siglo XIX que visitaban Roma. Se incluye un óleo de una de las alamedas delineadas por encinas de Gustav Wilhelm Palm.

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