China, ese país donde el crecimiento económico no va asociado a un aumento de los derechos y libertades, la emprende ahora contra el battle royale. A las autoridades del país más poblado del mundo (1.395 millones de habitantes) no les gusta Fornite, ni tampoco su rival, PUBG. Se proponen prohibirlos porque su contenido les parece vulgar (y eso que en ninguno de los juegos aparece Winnie the Pooh).

Este año, el Gobierno chino promovió medidas para que los menores de edad no pudieran jugar en su móvil o consola más de una o dos horas al día, dependiendo de la edad. Se defendía que había que proteger la vista de los chavales, para así reducir la tasa de miopía entre la juventud, según cuenta HardOCP.

Pues tirando de este discutible argumento, el recién constituido Online Games Ethics Committee, organismo chino encargado de la revisión y aprobación de videojuegos, se ha puesto a analizar los videojuegos que hay en el mercado. Su idea de partida parece ser que los juegos más adictivos son más peligrosos porque perjudican más a las retinas de los gamers chinos.

Este comité considera que el contenido de Fortnite y PUBG es gore y vulgar por la presencia de mucha sangre y violencia. Las autoridades chinas piensan lo mismo de H1Z1 y Paladins. Ello supone que estos cuatro videojuegos pueden ser prohibidos. Así se aprecia en las conclusiones del mencionado comité tras los visionados de los juegos, información a la que ha tenido acceso, cuenta PCGamesN, un usuario de Reddit.

No se detuvieron sólo en Fortnite. Los censores chinos también dieron cuenta de Diablo III, League of Legends, Overwatch y World of Warcraft. En estos casos no proponen prohibirlos, sino revisar y corregir parte de su contenido. Dicen que se muestran porciones inaceptables del cuerpo de los personajes femeninos, que algunas de las misiones que se proponen al jugador son un fraude y que los chats carecen de armonía (¿?).

Algunos de los estudios aludidos han respondido a los desvaríos de la autoridad china. Es el caso de Hi-Rez Studios, responsable de Paladins, que en un comunicado explica que todo lo que tiene que ver con el juego en China es responsabilidad de Tencent, que es precisamente el dominador de este mercado asiático. De modo que ni confirma ni desmiente que su título vaya a ser prohibido.

Por su parte, Blizzard (que está detrás de Diablo o World of Warcraft) utilizó inicialmente la red social china Weibo para negar que hubiera ninguna notificación del comité chino que aprueba los videojuegos. Sin embargo, sólo unos minutos después la cuenta oficial eliminada ese mensaje.