Saturnino Cobo: "Me he curado y noto la mejoría, pero no sé si me voy a librar del trasplante"

Saturnino, un madrileño que ya ha recibido el medicamento contra la hepatitis C.
Saturnino, un madrileño que ya ha recibido el medicamento contra la hepatitis C.
JORGE PARÍS
Saturnino, un madrileño que ya ha recibido el medicamento contra la hepatitis C.

Los análisis le dicen a Saturnino Cobo,'Sátur', que ya se ha curado, pero él sigue estando enfermo. Madrileño de 47 años, 'Sátur' es una de las caras más visibles de la lucha de los enfermos de la Hepatitis C por la generalización de los nuevos tratamientos que erradican el virus. Su mujer, Belén Martín, se puso el invierno pasado en huelga de hambre en el hospital Ramón y Cajal hasta que, a los cinco días, la sanidad madrileña accedió a darle una caja de Sovaldi a 'Sátur', quien se convirtió así en uno de los primeros españoles en recibir el fármaco reconocido como la cura de la Hepatitis C.

El tratamiento consistió en dos pastillas diarias durante 24 semanas, el doble de las que suelen prescribir. Pero es que su hígado estaba demasiado afectado. "El lunes nos dieron los resultados finales de los análisis y dicen que he negativizado el virus", celebra. "Yo noto una mejoría increíble. Nada de como me encontraba hace un año, pero me han quedado daños (hepáticos) y tengo que seguir yendo a consulta. El virus se ha curado, pero no sé si me voy a librar de un trasplante". Su voz denota preocupación.

Los primeros síntomas de la hepatitis C —conocida como la 'enfermedad silenciosa' porque puede tardar décadas en dar la cara— aparecieron en la vida de este pintor de profesión en el año 2009. Comenzaron de repente a fallarle las fuerzas. A él, que nunca se ponía enfermo. A día de hoy desconoce como se infectó. "Pudo ser en el pediatra, de niño, con las vacunas. O en la mili, que allí el médico nos vacunaba a todos con la misma pistola", rememora.

Primero en el Hospital de Getafe, después en el Ramón y Cajal de Madrid capital, 'Sátur' persiguió a los médicos para que le recetaran algún antiviral. Se los negaron todos, repetidamente, mientras se degradaba su hígado hasta cotas insospechadas. "Si empiezan los tratamientos con 14 capas del hígado afectadas, yo cuando lo inicié tenía 75 capas afectadas".

"No sé si mi cuerpo será capaz de restaurar el hígado"

Sátur y Belén reconocen que la movilización de los enfermos y sus familiares de finales de 2014 y principios de 2015 fue crucial a la hora de mejorar la asistencia a los pacientes. Su activismo, que culminó con la huelga de hambre, no requiere demasiadas explicaciones, a su juicio. "Te das cuenta de que existe una cura, de que algo te puede salvar la vida, entonces te levantas y luchas. ¿Cómo no hacerlo? Si dices, jolines, hay una cura y nos están dejando morir. Nos estaban condenando a muerte".

A las huelgas de hambre, encierros y manifestaciones de los enfermos de Hepatitis C el Gobierno respondió con el compromiso del propio presidente, Mariano Rajoy, de tratar a todos los afectados (51.900). 'Sátur' se acuerda, sin embargo, de los más desafortunados,  los enfermos que aún no han tenido acceso a los nuevos fármacos: "Todavía quedan muchos sin recibir el mejor medicamento que existe para lo que tienen. No en todas las comunidades se nos atiende de igual manera y, sobre todo, hay demasiados presos que no están recibiendo tratamiento", lamenta. "Y no conviene retrasarlo. Cada día cuenta. No deberían dejar que nadie llegara a mi situación", asegura con conocimiento de causa. Seis años estuvo persiguiendo una tratamiento, seis años que le han dejado mella. "No sé si mi cuerpo será capaz de restaurar ya el hígado".

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