Centra un balón y la grada remata

No te adelantes a los posibles resultados, que estar en el momento justo en el lugar indicado siempre es importante. Todo parecía normal, una pachanga entre amigos del barrio, pero la jugada del partido estaba a punto de ocurrir. La pelota rebota en la pared y el futbolista la mira, se prepara, volea y... se le va por encima del travesaño. Pero espera, que no ha acabado. Gol no fue, pero puntería hubo mucha. Nunca fue tan inesperada la sorpresa que podía llevarse un espectador de un partido de niños.