El padre de familia de origen canadiense Joshua Boyle, secuestrado junto a su familia durante cinco años en Afganistán por una red de terroristas talibanes, ha narrado nada más aterrizar tras su liberación algunos de los hechos acontecidos durante su cautiverio.Boyle asegura que estaba en el país ayudando a minorías descuidadas, aldeanos comunes y corrientes que viven en las profundidades del Afganistán controlado por los talibanes y donde "ninguna ONG, ningún trabajador humanitario ni ningún Gobierno han podido brindar la ayuda necesaria". El canadiense explicó que, tras negarse a aceptar una oferta hecha por los criminales de la red Haqqani, éstos asesinaron a su hija Boyle. Y que a eso siguió la "violación de mi esposa, no como una acción solitaria, sino asistida por el capitán de la guardia y supervisada por el comandante de la red Haqqani". Joshua Boyle espera que "esta letanía de estupidez sea el epitafio de la red Haqqani".