Más de la mitad de usuarios en el piloto del programa Ona de Creu Roja acaba con contrato laboral

El 55% de las 38 personas que han participado en la prueba piloto del programa Ona en la ciudad de Barcelona, impulsado por Creu Roja junto con Aigües de Barcelona (Agbar) y la consultoría Tandem Social, han terminado el programa con un contrato laboral, ha detallado la ONG en la presentación del primer balance del programa este lunes.Según la responsable de proyectos sociales de Agbar, Bea Beza, de los participantes de la prueba piloto, el 86% han finalizado el programa y el 55% lo han hecho con un contrato laboral -el 16% de ellos considerados de "contratación decente"-.Beza ha defendido que, a pesar de que no son muchas personas, se trata de un programa de alto impacto que trabaja la intervención con toda la unidad familiar, y ha destacado el resultado del 60% de activación para hacer frente a posibilidades laborales: "Muchas personas venían muy alejadas del mundo laboral".Ona hace un diagnóstico dinámico, que se revisa durante el proceso, abarca distintas esferas de la persona como la alimentación o la vivienda, y trabaja itinerarios laborales y prelaborales sin un espacio temporal entre uno y otro, que es donde "la gente se pierde", ha matizado la directora del área de ocupación de Creu Roja, Antònia Gimenez.Una participante del programa ha explicado que el programa le ha ayudado a encontrar un trabajo en la lavandería de un hospital, después de quedarse sin trabajo por la pandemia, y ha agradecido el apoyo de su tutor que, durante distintas sesiones, le ha supervisado para preparar un buen currículum y encontrar entrevistas de trabajo.El consejero delegado de Agbar, Felipe Campos, ha celebrado la capacidad del programa 'Ona' para trabajar en alianza y tener un impacto real y medible así como que haya sido "capaz de no parar" a pesar del contexto de pandemia en el que se ha desarrollado.En cuanto a los retos de futuro, desde Agbar, Bea Beza ha apuntado hacia los nuevos nichos de ocupación y también hacia la digitalización de todos los procesos y la búsqueda de nuevas alianzas entre el tejido empresarial.De hecho, el presidente de Cruz Roja en Catalunya, Josep Quitet, ha detallado en su intervención que 428 empresas han empezado a implicarse desde la pandemia con la entidad, y ha considerado que estas relaciones no tienen que ser algo temporal.