Amnistía Internacional presentó la semana pasada un informe en el que alertaba sobre la facilidad que tienen los menores para adquirir videojuegos para adultos, en los que priman los contenidos violentos.

Esta preocupación, que ha ido creciendo a medida que la industria maduraba y se convertía en un negocio próspero y de interés masivo, ha sido el origen de multitud de campañas de sensibilización, presión e, incluso, censura.

Juegos con polémica

‘Final Fight’.- En su paso de las recreativas a la consola Super Nintendo, este juego de acción convirtió a las prostitutas, a las que había que golpear inicialmente, en vulgares macarras con cadenas.

‘Fatal Fury’.- La sensual luchadora Mai Shiranui, famosa por sus abanicos y por esconder sus encantos con una escueta vestimenta, ha salido mucho más tapada en algunas versiones europeas.

‘Mortal Kombat’.- La saga de lucha más polémica ha visto cómo en algunas adaptaciones la sangre de sus personajes se teñía de verde o se ocultaba tras un código que era necesario introducir para desbloquearla.`

‘Resident Evil’.- El máximo representante del terror virtual sufrió en sus primeras versiones la dura justicia de la tijera, que suavizó, recortó o eliminó de raíz algunas de las más escabrosas escenas con zombis y casquería.

‘Thrill Kill’.- Este juego de EA para la PlayStation protagonizó uno de los más conocidos casos de censura. Se trataba de un título de lucha en el que varios personajes ya muertos y condenados al infierno disputaban las más sangrientas peleas vistas hasta la fecha. Tras un primer intento de comercializarlo, la compañía tuvo que retirar su venta por las durísimas críticas recibidas.

‘Grand Theft Auto’.- Conocido y criticado por la gran libertad de acción que ofrece: el jugador puede robar coches, atropellar transeúntes, matar prostitutas y cometer todo tipo de crímenes

‘Manhunt 2’.-El último caso de censura conocido. El organismo encargado del sistema de clasificación por edades del Reino Unido lucha por prohibir su venta con el argumento de que tiene unos niveles de violencia inaceptables.

Clasificación por edades

La mayor crítica de Amnistía Internacional va dirigida hacia el sistema PEGI de clasificación por edades de los videojuegos, que consideran insuficiente. Este método indica, mediante etiquetas, tanto la edad mínima recomendada como los contenidos del producto (violencia, sexo, drogas, palabrotas...). Es importante que los padres conozcan la clasificación, especialmente en estas fechas en las que los videojuegos son uno de los regalos estrella.