Los portales de subastas on line se han convertido en santuarios en los que cualquier coleccionista, sea cual sea su afición, puede encontrar auténticas reliquias. El otro día leí que alguien había adquirido en eBay una copia del videojuego Chrono Trigger, de Super Nintendo, precintado por más de 800 euros. Lo primero que pensé fue: «¡Dios, qué de dinero tiene la gente!», lo segundo: «¡Qué suerte! Si yo pudiera, haría lo mismo». De hecho, yo también tengo mis caprichos de coleccionista. Hace unos años encontré en una pequeña tienda de videojuegos un par de Donkey Kong 64 de la veterana Nintendo 64.

Uno de ellos, con caja e instrucciones y otro, sin ellas. Aunque era casi 10 euros más caro, compré el primero. También regalé un Resident Evil de segunda mano sólo para comprarme otro igual, también de segunda mano, pero que estaba en mejores condiciones. Y, por supuesto, nunca he pirateado una consola. No porque crea que el pirateo vaya a acabar con la industria, sino porque pienso que algunos originales tienen un valor igual o superior al precio que se paga por ellos. Sigue este blog en www.20minutos.es