Italia es el quinto país más visitado del mundo, solo por detrás de Francia, España, Estados Unidos y Turquía. La riqueza y la variedad arquitectónica y natural del país transalpino es casi inigualable en todo el planeta, aunque la mayoría de turistas optan siempre por conocer sus urbes más conocidas, como Roma, Florencia, Milán o Nápoles. Fuera de las grandes ciudades también hay localidades situadas en entornos naturales de una belleza incomparable, como es el caso del espectacular Lago di Garda.
Ubicado muy cerca de la ciudad de Verona, el Lago di Garda es el más grande de toda Italia, superando a otros muy conocidos como el Lago Como. En su parte más meridional penetra en él una estrecha península sobre la que se erige el espectacular pueblo de Sirmione, uno de los centros turísticos más importantes de la región de Lombardía y que no tiene nada que envidiar a las localidades más pintorescas de la Costa Amalfitana o de las Cinque Terre.
Sirmione, el paraíso italiano en pleno Lago di Garda
La belleza de Sirmione ha convertido a este pueblo de la provincia de Brescia en uno de los más turísticos de la región. Su impresionante casco histórico está dominado por el espectacular castillo Rocca scagliera, una increíble fortaleza que se adentra en las aguas del lago y que está en un estado de conservación casi perfecto. Este fortín del siglo XIII es uno de los más singulares de toda Italia, ya que une la península con 'tierra firme' y para acceder a él hay que pasar un puente levadizo.
Detrás del castillo se erigen las pintorescas calles de Sirmione, repletas de casas con fachadas de colores a orillas del lago y que crean una estampa preciosa. Entre sus estrechas callejuelas también se pueden encontrar construcciones espectaculares, como la iglesia románica de Santa Maria della Neve, así como la de Sant'Anna. Además, fuera del casco antiguo también hay otros lugares extraordinarios que hay que conocer sí o sí, como la Iglesia de San Pietro in Mavino o las Cuevas de Catulo, las ruinas de una antigua villa romana que suponen una de las mayores zonas arqueológicas del norte de Italia.
Sirmione es uno de los lugares más idílicos de toda la Lombardía, y por ello no es extraño que la soprano María Callas lo eligiese para relajarse en la década de los 50. Pero la cantante de ópera griega tenía otro motivo para viajar a esta localidad italiana, y es que este pueblo del Lago di Garda también es conocido por su espectacular balneario de aguas termales, al que acuden personas de toda Europa para relajarse.
El Lago di Garda, un entorno privilegiado
La perfecta ubicación de Sirmione en el Lago di Garda hace que sea ideal para los amantes de la naturaleza, ya que alrededor del pueblo hay numerosas rutas de senderismo y de ciclismo, así como muchas actividades acuáticas para disfrutar de este extraordinario lugar. Además, para los que buscan darse un baño, en la localidad hay varias playas para relajarse y sumergirse en las aguas de esta maravilla italiana.
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