La región de Véneto es una de las 20 que conforman Italia y alberga uno de los destinos más conocidos del mundo: Venecia. No obstante, a 40 kilómetros hacia el interior encontramos Treviso, una pequeña ciudad con canales, con numerosas iglesias y perfecta para probar la gastronomía de Véneto. Es una localidad ideal para recorrer en un día y se encuentra a solo 30 minutos en tren de Venecia.
Treviso, elegante y coqueta
El corazón de Treviso se ubica en la Plaza dei Signori conformada por palacios y torres como el Palacio del Podestà del que sobresale la Torre Civica. Las campanas de esta suenan cada 7 de abril conmemorando el bombardeo que sufrió la ciudad en 1944 por el bando de los aliados.
De la emblemática plaza comienza una de las calles más populares de Treviso, la via Calmaggiore, característica por sus soportales. Es imprescindible visitar las numerosas iglesias de Treviso como la Iglesia de San Nicolò o la de San Pietro Apostolo, el duomo de la ciudad, cuyo interior alberga un fresco de Tiziano.
La muralla de la ciudad se construyó en el siglo XVI con numerosas puertas de acceso, aunque solo han sobrevivido tres: Ponte Altinia, Porta Santi Quaranta y Porta San Tomasso, que se alzan elegantemente sobre los canales. Uno de los lugares más pintorescos es la Isola della Pescheria, un mercado al aire libre del siglo XIX en un islote.
Por otro lado, uno de los productos más auténticos de Treviso es el radicchio rosso IGP, una especie de endibia blanca y granate con el que se preparan varios platos como el risotto. También es imprescindible probar el tiramisú, ya que se dice que nació en Treviso.
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