Es fácil entender porqué Portugal nos gusta tanto. El país vecino está repleto de enclaves idílicos que se convierten en una opción perfecta cuando queremos hacer una escapada cerca de España. Lugares tan sorprendentes como la aldea de Portagem, que surgió a partir de la existencia de un puente medieval y una torre entre los siglos XII y XIV. El peaje que se cobraba para pasar el río Sever y subir por una calzada romana a la vecina localidad de Marvão, fue lo que originó este pequeño pueblito de casitas blancas que hoy destaca por su encanto, pero sobre todo, por tener una maravillosa piscina natural.
La piscina natural con un curioso mirador
Basta llegar a este rincón del Alentejo Portugués para darse cuenta de cómo la historia y la naturaleza se funden convirtiendo los alrededores de esta pequeña aldea en un rincón mágico. La playa fluvial y el puente romano de origen medieval, que se alza sobre el río Sever, hacen de este lugar uno de los más idílicos de la zona.
Y si quieres saber qué hace a esta piscina natural tan especial, lo entenderás al ver las vistas que te esperan desde su mirador fluvial: una estupenda panorámica de la muralla medieval que rodea el bonito pueblo de Marvão. Por supuesto, estás también en el lugar perfecto para disfrutar de un refrescante chapuzón en esta piscina de aguas claras, que durante los meses de verano se convierten en un oasis para luchar contra las altas temperaturas de esta zona del Parque Natural del Tajo Internacional. En este espacio encontrarás césped y una amplia arboleda que garantiza un espacio con sombra.
Qué visitar cerca de Portagem
Si desde la piscina natural has divisado la silueta de Marvão, seguro que te has quedado con ganas de descubrir por dentro este tranquila villa fortificada, que es uno de los pueblos más bonitos de todo Portugal. Situado a casi 900 metros de altitud, en medio del Parque Natural de la Sierra de Sao Mamede, además de un impresionante paisaje, te sorprenderá la riqueza de su patrimonio histórico-militar. Te recomendamos visitar las murallas y su impresionante castillo, y también pasear por las callejuelas de casas blancas tan típicas del Alentejo.
En São Salvador de Aramenha, muy cerca de Portagem y de Marvão, se encuentran también las Ruinas Romanas de Ammaia, del siglo I d. C. Además de lápidas, dinteles tallados, joyas, monedas y otros objetos muy bien conservados, hay senderos que te llevan hasta el lugar donde se ubicaba el foro, los baños y las columnas.
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