España cuenta con relevantes muestras de arte rupestre que son verdaderas joyas. Una de más impresionantes se encuentra cerca del pueblo de Ribadesella. De gran belleza y espectacularidad, la Cuevona de Ardines acoge en sus casi 300 metros de longitud un importante yacimiento arqueológico y restos de arte rupestre paleolítico. Además, es el único camino que hay para acceder al pueblo de Cuevas del Agua.
Está integrada en el Macizo de Ardines
En la parte baja del macizo, entre el Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo y la Cueva de Ardines, se encuentra la sorprendente Cuevona, que también se puede visitar. Se cree que a través de esta cavidad prehistórica se accedía a la parte oriental de la cueva de Tito Bustillo, pero un derrumbe que tuvo lugar hace miles de años impide la conexión entre ambas.
Cuenta con una sorprendente sala central
En la Cuevona destaca su sala central o principal, una planta circular de unos ochenta metros de diámetro que tiene una cúpula natural de 40 metros de altura. Una perforación en el techo permite que traspase la luz solar. Este magnífico complejo cuenta con una acústica tan especial que todos los veranos, en el mes de agosto, acoge conciertos de música clásica en su interior. Para accede a esta cueva natural hay que subir 300 escalones de piedra. Las excavaciones realizadas en la Cuevona son las primeras de su naturaleza que se realizaron en la región cantábrica a finales del siglo XIX.
Qué ver y hacer cerca de la Cuevona
A través de la Cuevona de Ardines se llega a Cuevas del Agua, un pueblito que se esconde tras esta gran gruta natural y que se encuentra a orillas de un riachuelo que conecta con el río Sella. Te recomendamos disfrutar de un agradable paseo por esta singular aldea asturiana, que no solo es especial por su peculiar acceso, también por contar con el mayor número de hórreos de todo el municipio.
Y si eres amante del senderismo, puedes aprovechar para realizar la Ruta de los Molinos, que sale del mismo pueblo de Cuevas y tiene una longitud de algo más de 9 kilómetros. Se puede realizar en unas tres horas.
Por supuesto, aprovecha también para visitar Ribadesella, un pueblo de mar y montaña que se encuentra a tan solo siete kilómetros de la Cuevona. Además de recorrer su casco histórico, sube hasta la ermita de Guía, desde donde disfrutarás de la mejor panorámica de esta preciosa villa y del puerto.
Cómo llegar a la Cuevona
Desde Ribadesella hay que partir del casco urbano, cruzar el puente dirección a la playa y girar en el primer desvío hacia las Cuevas de Tito Bustillo. Tras pasar los pueblos de La Huertona y Sardalla se encuentra la señalización a Cuevas del Agua, y una vez aquí hay que seguir la carretera hasta el final. Al llegar se puede dejar el coche en los dos aparcamientos que hay en el exterior y acceder a la Cuevona y al pueblo a pie. Se puede visitar sin coste adicional con la entrada al Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo. La visita es guiada y dura unos 45 minutos.
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