A poco más de media hora en coche de Nápoles, se erige una de las joyas del barroco más formidables de Italia. El Palacio Real de Caserta fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997 y su construcción se inspiró en dos palacios reales, el de Versalles en Francia y el de San Lorenzo del Escorial en España. El de Caserta es el más grande del mundo por el volumen, mientras que el Palacio de Versalles y el Palacio Real de Madrid lo superan en extensión y número de estancias.
No solo lo compone la edificación palaciega, sino que hubo un planteamiento más integral para esta opulenta morada de reyes Borbones. En su fase inicial se construyó un parque hidráulico, con el acueducto Corolina. Se anexionaron 100 hectáreas para la caza y en fases posteriores a su construcción se instaló una fábrica de sedas cerca del palacio.
Complejo cortesano
Dada las dimensiones del palacio y sus alrededores se recomienda visitarlo por la mañana y empezar por el jardín inglés y el italiano para admirar las fuentes con representaciones de la mitología grecorromana, algunas de ellas con una cascada de fondo.
Tras las caminatas de aire bucólico a través de los vastos jardines, se puede acceder al interior del palacio a través de su escalera de honor, con 116 escalones de mármol blanco de Carrara.
Con un total de 34 escalinatas y 1.200 habitaciones, cabe destacar del palacio las salas de las cuatros estaciones, decoradas con frescos aludiendo a las estaciones del año; la biblioteca Palatina, que cuenta con 14.000 obras, y la sala elíptica donde se ubica el belén de los Borbones: era tradición de la dinastía tener un gran belén y el actual es recreación del modelo encargado por Fernando II en 1844.
Uno de los rincones más importantes es la habitación del Rey, que cuenta con una sala para las actividades diplomáticas (la sala Marte), el salón del trono con decoraciones en oro y una bóveda pintada al fresco aludiendo a la colocación de la primera piedra del palacio.
Entretenimiento incluido
Este complejo real cuenta con su propio teatro. El Teatro de la Corte fue inaugurado en 1769 por el Fernando IV (hijo de Carlos de Borbón) y su esposa María Carolina. Tiene la clásica forma de herradura, cinco pisos y palcos decorados con putti y festones.
Esplendor borbónico
Con más de mil habitaciones, varios jardines y su recargado interior, este ostentosa obra arquitectónica es una vitrina del poder de los Borbones en el siglo XVIII.
El proyecto del palacio fue encargado al arquitecto Luigi Vanvitelli por Carlos de Borbón (Carlos III, rey de España y a su vez Carlos IV, rey de Nápoles). La obra empezó en 1752 y el complejo no se terminó hasta 1845, cuando el Reino de Nápoles y el Reino de Sicilia ya se habían unido resultando en el Reino de las Dos Sicilias.
Cómo visitar el Palacio Real de Caserta
El precio de la visita al complejo varían según los accesos a diferentes zonas y en función de la temporada. El coste para acceder a los apartamentos, o sea el interior del palacio, es de 11 euros y el acceso al parque (los jardines) es de 10 euros, en total 21 euros.
El teatro está incluido pero solo en sus días de apertura: todos los días excepto los martes y domingos de 16:30 a 19:15 horas. Se recomienda ser puntuales con la hora de los pases y adquirir los tickets con antelación o en pre-venta.
Desde Nápoles, el Palacio Real de Caserta está a 35 minutos en coche y a una 45 minutos en tren, cuyo billete de ida y vuelta cuesta 8 euros. Desde Roma también hay trenes por 58 euros ida y vuelta.
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