Claves para recorrer el mundo con niños según una experta: "Un viaje no necesita ser perfecto, necesita ser disfrutado"

Muchas familias sienten ciertos miedos a la hora de organizar unas vacaciones con los pequeños de la casa. Verónica Sanchis nos cuenta todo lo necesario par ayudar a las familias a organizar una escapada dejando atrás las inseguridades.
Niños pequeños de viaje.
Niños pequeños de viaje.
Verónica Sanchis
Niños pequeños de viaje.

Viajar es una experiencia enriquecedora que no solo nos permite conocer lugares fascinantes, sino que también nos abre la mente y nos descubre otras culturas y formas de pensar. Partiendo de esa base, puede convertirse en un perfecto complemento para el aprendizaje de los niños. Sin embargo, muchas familias sienten ciertos miedos a la hora de organizar un viaje con los pequeños de la casa.

¿Aguantarán las horas de coche o avión?, ¿se aburrirán durante las visitas?... Son muchas las dudas que pueden surgir, pero gracias a la experiencia de otras familias viajeras y a los consejos de expertos en el tema, el camino está más allanado para que madres y padres puedan resolver todas sus preguntas y disfrutar de un fantástico viaje familiar.

En este sentido, la experta en viajes, Verónica Sanchis, ha hablado con 20minutos para contarnos las claves para enseñar a los niños a viajar, ayudarles a convertirse en auténticos viajeros. Sanchis cuenta con su propia web, Vero Viaja, y es autora de dos libros sobre desarrollo personal y viajes.

Preparativos antes del viaje

"Hay que romper el mito sobre viajar con niños, un viaje no necesita ser perfecto, necesita ser disfrutado; hay que permitir que se rían, que descubran, que pregunten, que se cansen…", señala Verónica Sanchis. Para esta experta, "lo primero es entender que todos, absolutamente todos los destinos son perfectos con niños. No hay destinos de niños y destinos sin niños". Está claro que para un primer viaje con los pequeños siempre es mejor elegir un destino más cercano y cómodo, sin embargo, para otras ocasiones no se tienen por qué descartar otros lugares más lejanos y exóticos; en definitiva, "es importante que sea un destino que nos motive a nosotros, sino no vamos a ser capaces de transmitir esa motivación", afirma.

Niña haciendo la maleta.
Niña haciendo la maleta.
Getty Images

Antes del viaje es importante empezar a preparar a los niños y "transmitirles ilusión, contarles cosas del lugar donde se vaya, eso tan divertido e interesante que van a poder ver y hacer". Asimismo, Sanchis recomienda sorprenderles con algún detalle como un cuaderno de viaje días o semanas antes para así animarlos aún más.

Por otra parte, preparar el viaje no es solo cosa de adultos, hay que hacer a los niños partícipes de ello. Por ejemplo, "puede preparar parte de su maleta o acompañarte a comprar algo para el viaje". Incluso, los pequeños pueden decidir alguna actividad para esos días de vacaciones, "puede ser un plan pequeño, comer un helado delante de un monumento o hacerse una foto saltando en una plaza". Con esto conseguiremos que sepan que "todos vamos a poder elegir un plan, y que hay que hacer y respetar siempre el de los demás", señala Sanchis.

Disfrutar de los pequeños detalles

El momento del desplazamiento es uno de los que más inseguridad generan. Ya sea en avión, coche, tren o cualquier otro método de transporte, es muy fácil que los niños se aburran y es normal. Pasar muchas horas sin hacer prácticamente nada puede ser realmente pesado para cualquiera. Por eso, Sanchis aconseja "llevar pequeñas sorpresas que les ayuda a distraerlos durante el trayecto, como un cuento o unos colores. Es importante que sea algo nuevo, porque eso llamará su atención".

Niñas en un avión.
Niñas en un avión.
iStock

Durante el viaje como tal, hay que hacer que los niños disfruten de todos los detalles, desde el alojamiento, hasta la comida. Por ejemplo, podemos "dejarles que prueben algo típico del lugar, algo muy divertido para ellos, y así con el tiempo les encantará probar nuevos sabores". En cuanto a las visitas o excursiones, debemos "adaptarla a la edad del niño", teniendo siempre en cuenta que "con niños a veces hay que adaptar algún plan, acortar alguna excursión parar a comer o descansar más veces de las que pensabas", explica la experta. Algo tan sencillo como ir a comprar una postal y que vaya completando su propia colección a lo largo del tiempo puede ser una motivación fantástica para los niños.

"La oportunidad de enseñar el respeto a otras culturas"

Al volver nada mejor que repasar todas las fotos que os habéis hecho juntos en el viaje y recordar todos los momentos divertidos. Incluso es una buena idea "elegir e imprimir las que más os gusten y colgarlas en un corcho en su habitación, creando un mural de fotos suyas por el mundo, o preparar un álbum de fotos de cada viaje", nos cuenta Sanchis.

Pero después de un viaje no solo nos llevamos fotos, sino un enorme aprendizaje. "Enseñarle nuevas formas de entender el mundo, cómo vive la gente en el lugar donde se viaja, cuáles son sus costumbres… es una oportunidad perfecta para enseñarle a respetar otras culturas", señala. A ello se suma el pasar tiempo de calidad en familia y "olvidar un poco la rutina, permitir que se acuesten tarde o que coman a horas diferentes; si son muy pequeños, quizá no recuerden el nombre de la plaza o la calle, pero sí como les hizo sentir ese viaje".

Familia de viaje.
Familia de viaje.
Getty Images/iStockphoto

Sanchis nos deja una última reflexión: "Viajar bonito, es viajar donde soñamos, con miedos o sin ellos, pero con la seguridad de que no vamos a permitir que el miedo nos paralice".

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